Zonas seguras, estrategia para generar tranquilidad a la población

Por: Luisa Fernanda Rodríguez J.

La ilegalidad, la falta de apropiación del espacio público y el no uso residencial propician la inseguridad, de ahí la necesidad de delimitar estas áreas en Medellín.

Pensando en recuperar la tranquilidad y la seguridad al transitar por algunos sitios de la ciudad, se priorizaron unas ‘zonas seguras’ en diferentes partes de Medellín. Hay dos en el centro, una se sitúa en el denominado Distrito Comercial (sector de Guayaquil) y la otra en el Distrito Histórico (cobija los parques de Berrío, Botero y Bolívar).  

Aunque esta iniciativa nace de la Secretaría de Seguridad del Municipio, son varios los actores que hacen parte de la misma, pues la idea es que se unan esfuerzos entre el Municipio, la Policía, la comunidad y los propietarios de establecimientos y empresas asentadas en la zona, con el fin de lograr el buen aprovechamiento de los espacios, establecer un orden, eliminar acciones ilegales y generar tranquilidad a propios y visitantes.  

Mónica María Pabón Carvajal, gerente del Centro, explicó que se escogieron esos sectores con base en los mapas de calor de inseguridad, ya que con estos se logran ubicar los lugares donde son más frecuentes los robos, homicidios, riñas, entre otros problemas, y a partir de esa información se decide donde se requiere implementar más rápido esta estrategia. “Por eso es fundamental que la ciudadanía tenga una cultura de la denuncia, porque es lo que les permite a las autoridades identificar cuáles son los territorios que tienen más dificultades frente a estos temas”.  

Para lograr implementar la estrategia no solo se trata de invertir recursos económicos en cámaras, sino unir sinergias de acuerdo con las competencias de cada actor, pues cada uno pone su capacidad operativa para lograr la seguridad en esos territorios. Por ejemplo, en el Distrito histórico, los comerciantes pueden aportar la utilización de sus cámaras, contratar a más guardas de seguridad; los gestores culturales del Museo de Antioquia pueden ejercer funciones de pedagogía sobre las obras de arte que hay en la Plaza Botero “y eso empieza a generar dinámicas de apropiación más constructivas que van desplazando usos indebidos del espacio público”, añadió Pabón Carvajal.  

“Es todo un plan integral que en conjunto posibilita que un territorio de la ciudad sea una zona segura, no solo en hurtos u homicidios, sino en la tranquilidad que uno tiene al transitar cuando está en un espacio público que es habitable. Que si uno va a pasar una calle no lo vaya a pisar un carro, que si uno está caminando no se vaya a caer a un hueco, que si uno está caminando no se vaya a tropezar con una chaza de venta que esté mal ubicada. Los temas de seguridad son integrales, por tanto, las respuestas también deben ser integrales”, aseveró la servidora pública.  

Así las cosas, estas zonas seguras facilitan una red de vigilancia de los actores territoriales, y de la misma forma, una apropiación a partir de usos culturales, recreativos y educativos sobre el espacio público.  

Este es un asunto de corresponsabilidad, ya que la Policía sola no garantiza la total seguridad en un territorio, sino que esto se logra con la articulación de todos. No se trata de tener más cámaras de vigilancia únicamente, sino mantener el espacio público despejado y ordenado, de modo que cuando los actores vean una irregularidad, la denuncien y así darle pronta solución. La idea es que la comunidad se apropie del proyecto, le de funcionalidad, lo consolide y que sea eficiente, de modo que así le pueda dar sostenibilidad en el tiempo y trascienda a las futuras administraciones locales. 

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