Entre marzo y junio hay una probabilidad del 44% de tener un fenómeno de El Niño en el territorio colombiano. A partir de julio el porcentaje aumenta a 57%.
Por Tatiana Balvin
El calor es uno de los indicadores de que El Niño llegó. Y con esto ha ido desapareciendo en las calles de Medellín el uso de paraguas para protegerse de las lluvias y se le ha ido dando paso a las sombrillas que tapan el sol intenso.
Según los expertos del IDEAM (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales), la probabilidad de que en el Valle de Aburrá ocurra un fenómeno de El Niño es de 44% para el mes de marzo y de 57% para el mes de julio. No se trata solo de soportar altas temperaturas, el calor podría traer consigo incendios forestales, sequías, y hasta podría influir en el precio de la energía y algunos alimentos que ven afectada su producción por el cambio de temperatura.
Para saber cómo actuar ante los cambios, en CENTRÓPOLIS consultamos con expertos para entender el fenómeno y cómo mitigar su impacto.
¿Qué es y por qué se da el fenómeno de El Niño?
No todos los años hay fenómeno de El Niño, los meteorólogos del Valle de Aburrá aseguran que esta variabilidad climática puede ocurrir cada dos a siete años e involucra cambios en la temperatura del agua superficial y también en los patrones de circulación de la atmósfera en el centro y oriente del pacífico tropical.
Los investigadores coinciden en que el fenómeno de El Niño se sentirá en gran parte del mundo, debido a un ciclo natural llamado Oscilación del Sur (ENOS), que provoca cambios en la temperatura. Para este año la temperatura del océano pacífico ha sido más baja de lo normal, lo que a su vez genera transformación de los vientos alisios; corrientes (entre 23°27 norte y 23°27 sur), que soplan de manera regular de este a oeste desde las altas presiones subtropicales hacia las bajas presiones ecuatoriales (zona de convergencia intertropical).
Es decir, “cuando llega El Niño hay reducción en los acumulados de precipitación debido a un calentamiento del océano pacífico tropical y un debilitamiento de los vientos”, explica Vanesa Robledo, vocera del grupo de meteorología y del proyecto SIATA (Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburra).
Yerson Ospina Aguirre, docente de la facultad de Ciencias y Biotecnología de la Univerdidad CES recomienda, para mitigar el impacto y evitar las altas oleadas de calor, cuidar los ecosistemas que rodean la ciudad para que así haya una regulación hídrica.
“Los bosques por ejemplo tienen elementos que cumplen funciones ecosistémicas, pues aumentan la trayectoria de una gota de agua antes de llegar al suelo o también pueden almacenarla. Entonces es importante que como sociedad nos preguntemos cómo vamos a restaurar esas funciones para mitigar los cambios climáticos que estamos viviendo y que alteran las dinámicas de la sociedad en general”, sugiere el académico.
¿Nos afecta El Niño, cómo prepararnos y qué medidas tomar?
La no periodicidad del fenómeno hace que la posibilidad de predicción de El Niño sea una tarea compleja, así lo señala Vanesa Robledo, sin embargo, la investigadora recomienda que en caso de entrar en el período y notar altas temperaturas en la cotidianidad se pueden tomar medidas para ayudar a mitigar el impacto:
“Desde los hogares podríamos reducir el consumo de agua como por ejemplo tomando duchas cortas de menos de dos minutos; también se recomienda usar protección solar permanentemente para evitar enfermedades”, dice Robledo.
De otro lado, temen los expertos que El Niño podría acarrear también emergencias tales como incendios. La recomendación principal que dan las autoridades de gestión del riesgo para los habitantes de la zona urbana es depositar las basuras en los lugares o recipientes adecuados para ello y esperar la ruta recolectora, evitar hacer fogatas y en caso de hacerlas verificar que queden totalmente apagadas para no causar daño al ecosistema.
Entre marzo y junio hay una probabilidad del 44% de tener un fenómeno de El Niño en el territorio colombiano. A partir de julio el porcentaje aumenta a 57%.
“A los caminantes en las periferias de la ciudad les recomendamos que no fumen y si lo van a hacer, al final, verifiquen que las colillas estén debidamente apagadas y no tiren los fósforos al suelo. Se destacan, entre otras recomendaciones, no arrojar vidrios en zonas boscosas porque podrían generar incendios de cobertura vegetal, no realizar quema de material vegetal o basura porque se puede salir de control y ante cualquier incidente reportarlo en la línea única de emergencias 123”, señaló el Capitán José Valencia, subcomandante del Cuerpo Oficial de Bomberos de Medellín.
Y es que precisamente advierten desde el Cuerpo Oficial de Bomberos que sin iniciar la temporada fuerte de El Niño ya se han presentado 23 incendios de este tipo en Medellín, lo que ha quemado aproximadamente 39.900 metros cuadrados de cobertura vegetal; cifra que temen se triplique en el mes de marzo.
¿Y para el comercio?
Para los comerciantes la dinámica de mercado cambia siempre que llega El Niño, las personas comienzan a usar prendas de vestir más cómodas, lo que se ve reflejado en el aumento de este tipo de productos, así como protectores solares, gorras, gafas y sombreros para protegerse del sol.
En esto coinciden algunos vendedores del Hueco de Medellín como Sandra Ramírez, quien recuerda que en la última oleada de calor de hace cuatro años, cuando escuchó que había fenómeno de El Niño la venta de este tipo de productos aumentó en 60%.
“Si viene el calor hay que guardar todo lo de invierno, la ropa fresca y vestidos de baño son algunos de los productos que hay que comenzar a traer, así como también paletas y helados para soportar esos calores que se vienen”, enuncia Ramírez.
Así que es mejor estar preparados, lo más probable es que El Niño llegue y no en diciembre.
También puede interesarle: Días difíciles para el centro