Aunque lo parece, las campañas de prevención de uso de pólvora no pretenden satanizar los fuegos pirotécnicos. Estos espectáculos de luz y color llenan de magia celebraciones a nivel mundial y pueden ser disfrutados por familias enteras.
Los riesgos de estos elementos explosivos aparecen cuando son manipulados por personas del común, gente inexperta que no conoce las normas de seguridad y carece de los elementos técnicos para poner en correcta función cualquier tipo de pólvora.
Las explosiones de la pólvora tradicional que se utiliza en diciembre y otras festividades pueden alcanzar hasta los 300 grados centígrados y ocasionar lesiones que suelen terminar en la pérdida de extremidades u otras partes del cuerpo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), en medio de las celebraciones del 2021 y principios del 2022, en Colombia se presentaron 1.174 casos de quemaduras y lesiones. Esta cifra preocupa puesto que evidencia un incremento del 61,93% de accidentes con respecto al período 2020 – 2021, cuando se registraron 725 lesionados. Esto refleja la urgencia de intensificar la pedagogía y construir mejores estrategias para la regulación de la pólvora.
Por una pirotecnia responsable, legal y segura
Fenalpi es la es la agremiación que organiza a los fabricantes, distribuidores y comercializadores de artículos y espectáculos pirotécnicos en toda Colombia. Tiene como objetivo el trabajo, de la mano de las autoridades, para lograr que el uso de la pólvora en el país sea responsable, legal y seguro.
La organización hace énfasis en que la pólvora no está prohibida en Colombia, sino reglamentada por la Ley 670 de 2001, el Decreto 481 del 2006 y la Ley 1801 de 2016 del Código Nacional de Policía.
La organización hace énfasis en que la pólvora no está prohibida en Colombia, sino reglamentada por la Ley 670 de 2001, el Decreto 481 del 2006 y la Ley 1801 de 2016 del Código Nacional de Policía.
Bajo esta normatividad, se explica que no todos los elementos pirotécnicos pueden ser usados por cualquier ciudadano que decida adquirirlos. Existen 3 categorías:
Categoría 1: Productos inofensivos, se pueden distribuir en almacenes de cadena, supermercados, hipermercados, por ejemplo, las velas de cumpleaños y luces de bengala.
Categoría 2: Productos de riesgo moderado, se pueden distribuir en espacios abiertos de almacenes, mercados y supermercados. Por ejemplo, las velas, girasoles, voladores, tortas, volcanes, entre otros.
Categoría 3: Exclusivamente de uso profesional, cumpliendo todos los requisitos de seguridad, como es el caso de los shows pirotécnicos a gran escala.
Sin embargo, Fenalpi recalca que no toda la pirotecnia entra dentro de estas categorías. La pólvora de fabricación artesanal, que es muchas veces la que se consigue en la calle o en puntos de venta no autorizados, no cumplen con ninguna de las normas de seguridad y no puede ser ubicada dentro de ninguna categoría.
Para distinguir entre productos certificados y artesanales, se pueden verificar tres cosas fundamentales.
- Ningún producto dentro de su composición puede contener la sustancia de fosforo blanco.
- Los productos certificados no se les venden a menores de edad ni a personas en estado de embriaguez.
- Vienen con el sello de su marca. Se venden siguiendo las indicaciones legales, en espacios oficiales. Los productos además tienen instrucciones de uso de acuerdo con su categorización.
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En su página web www.fenalpi.com.co la organización cuenta con una plataforma de navegación amigable donde cualquiera puede ingresar y conocer todo respecto a la normatividad, las precauciones, noticias referentes y otros contenidos didácticos en torno al tema de la pirotecnia. Allí, quien esté interesado en informarse mejor antes de acercarse a la pólvora, podrá hacerlo sin problema.
Para conocer más información conéctate con el Podcast “¿Cómo adaptar a las mascotas frente al uso de pólvora?”, AQUÍ