El desborde de la infraestructura vial por el creciente número de vehículos, la falta de más agentes de tránsito en el centro y la incultura ciudadana, han convertido las calles del sector en un trancón constante. ¿Vendrán más guardas para el centro? Le contamos.
Por: Alexander Barajas Maldonado
Dos cifras dan una dimensión del problema. Primera: en los últimos siete años, el parque automotor que transita por Medellín y el área metropolitana se multiplicó por tres (con 650 mil motos y un crecimiento anual en automóviles del 17%). Segunda: para controlar tanto tráfico, la capital antioqueña tiene hoy 100 guardas menos de los que tenía hace 20 años.
No es difícil concluir que tremendo rezago tiene que sumar a la pobre situación de la movilidad en la ciudad, en especial en la Comuna 10, donde se desplazan 1.2 millones de personas cada día y por diferentes medios. Luis Eduardo Echeverri, agente de tránsito desde hace 18 años y presidente del capítulo Medellín de la Asociación Nacional de Empleados de Tránsito y Transporte (Andett), lo ha dicho en varios foros, inclusive en comisiones accidentales convocadas por el Concejo.
Asegura que se necesita por lo menos el doble de los actuales guardas (que son 531, según cifras de la Secretaría de Movilidad) y que el Municipio podría hacerlo gradualmente aprovechando que aún puede invertir más presupuesto en gastos de funcionamiento. “El 38% del presupuesto de Medellín se destina a funcionamiento y la ley permite subir ese porcentaje casi hasta el 50%. Cada punto porcentual son $13 mil millones y con eso se pagan 200 guardas más cada año”.
La última adición en nómina para la Secretaría de Movilidad se dio en 2013 durante la modernización municipal de Aníbal Gaviria. Fueron 77 funcionarios más, todos en las oficinas de Caribe y ninguno operativo atendiendo la movilidad en las calles. “Asesores de los asesores, gente que hace la misma función y los organismos de control no dicen nada”, agrega Carlos Arboleda, también agente de tránsito y fiscal de Andett Medellín.
¿Cinco agentes para el centro?
Los dirigentes sindicales han expresado varias veces que para atender el centro de la ciudad “hay días con tres agentes, otros días pueden llegar a 6 o hasta 8, dependiendo de lo que pase”. Esta afirmación fue refutada por Mario Andrés Ramírez, subsecretario de Movilidad de Medellín: “Solamente para controlar el tráfico en las inmediaciones de La Alpujarra, en el cruce de San Juan con el Ferrocarril, que es uno de los más problemáticos, puede haber en horas pico 8 o 10 agentes”.
Si se revisan jurisdicciones, paradójicamente ambos pueden estar en lo cierto. Operativamente, para Movilidad, la parte urbana se atiende dividiéndola en cinco zonas y no en las 16 comunas habituales. En el caso de la Candelaria por ejemplo, esta tiene pedazos de su territorio regados en tres de las zonas establecidas para Movilidad.
Una partecita del norte de la comuna 10 hace parte de la Zona 1, y otra del sur está en la Zona 3. Sin embargo, gran parte de lo que conocemos como el centro histórico está contenido en la Zona 2 (del Ferrocarril hasta el Pablo Tobón y de Prado hasta El Huevo, más o menos). Ahí es donde afirman Echeverri y Arboleda que se recalca el puñado de agentes de los que hablan.
“Se ubica uno en la Oriental con La Playa para que atienda ambos ejes; otro para el sector del Hueco y otro más en el corredor de El Palo hasta Bomboná. Agréguele uno en el parque de San Antonio para que los buses no se queden esperando. Y a esos, dependiendo de las necesidades, los apoyan a veces los que están en La Minorista o en La Alpujarra”, explica Echeverri.
También hay que tener en cuenta que estos guardas deben atender quejas como garajes obstruidos o los infaltables choques (en la Comuna 10 sucede una quinta parte de todos los de la ciudad, unos 46 diarios, de acuerdo con datos entregados por la Secretaría de Movilidad).
Es obvio que es muy poco lo que pueden hacer con tan escaso personal para que los venteros no se instalen en la calzada, los buses no se estacionen esperando pasajeros, se respete el horario de cargue y descargue, o los vehículos pesados transiten por su carril en la Oriental.
En el centro histórico se ubican tres cámaras de fotodetección: una en Colombia (entre carreras 53 y 54) y dos sobre la Oriental (con calles 41 y 57).
¿Por qué tan pocos guardas?
Según Andett y la Secretaría de Movilidad, de los 531 agentes, solo quedan para labores de control unos 360 luego de descontar los que hacen trabajos de oficina o están en licencia, incapacidad o vacaciones. Estos 360 se distribuyen en dos turnos para labores de regulación (dos turnos con 80 guardas cada uno) y presencia (tres turnos de 50 personas cada uno). El resto acompaña retenes de la Policía, dan apoyo a la Fiscalía en casos de homicidios en vía o cumplen labores de policía judicial. Los agentes de regulación son los destinados a garantizar operativamente la movilidad y trabajan de 5 a.m. a 9 p.m. De 9 p.m. a 5 a.m., quedan 50 agentes para toda la ciudad y atienden solo accidentes.
Las zonas calientes
De enero a julio se presentaron 8.317 incidentes de tránsito en la Comuna 10 (la mayor cantidad en la ciudad), siendo los cruces con mayores casos los del Sistema del Rio (Regional y Autopista Sur), en intersecciones con la calle 30, avenida 33, avenida Bolivariana, San Juan, Colombia y Barranquilla. Le siguen la avenida Oriental con La Playa y Ayacucho; así como San Juan con avenida del Ferrocarril. Es de destacar que gracias a la labor formativa liderada por la Secretaría de Movilidad, se redujo ostensiblemente el número de habitantes de calle muertos por arrollamiento en La Candelaria: de 27 el año pasado, solamente se han presentado cinco en lo que va del año.