Le contamos sobre Al Prado, un patio de comidas poco convencional que se oculta entre las antiguas paredes de una de las casonas tradicionales del sector.
Por: Valentina Castaño
Caminar por el barrio Prado en el centro de Medellín, es deleitarse con la arquitectura de sus casas, muros altos en tapia y escaleras de caracol que narran la historia de un pasado olvidado de la ciudad, pero que muchos quieren recuperar para nuestra memoria. Edwin Jamel Amaya es uno de ellos. Abogado de profesión, pero dedicado a los eventos, le apostó a este barrio patrimonial para la creación de su negocio Al Prado, un patio de comidas no convencional donde la historia de nuestra ciudad se siente en cada espacio.
Al Prado solía ser una casa familiar tradicional del Barrio Prado. Dentro de ella se adaptó el patio de comidas.
Orígenes
El proyecto surgió como tal desde antes de la pandemia. Edwin soñaba con convertir el salón de eventos que sus suegros tenían en Prado, en un hostal y patio de comidas, un espacio cuya oferta fuera más allá de la buena gastronomía, sin embargo, la llegada de la pandemia lo obligó a adaptar esta idea.
“Estamos funcionando desde noviembre del año pasado. Nos tocó abrir muy improvisadamente, esta no era la idea original, pero en vista de lo que sucedió en el 2020, tuvimos que reinventarnos. En ese momento generar más recursos era complicado y pues nos adaptamos a lo que teníamos. Fui muy creativo, yo mismo me metí aquí a hacer cosas de las adecuaciones”, recuerda con orgullo Edwin.
Hoy quien visite Al Prado puede encontrar allí helados, café, parrilla, y otras opciones gastronómicas, todo dispuesto en un agradable espacio de dos pisos, el cual se encarga por sí mismo de traer a la vida memorias del pasado. “De hecho toda la atención es unificada, no hay que ir a pedir de forma independiente a cada restaurante. Sencillamente tienes a disposición todas las cartas y al final te unifican la cuenta, la atención siempre es en la mesa”, explica Edwin.
Los dueños de los locales que existen en este momento en Al Prado, conocían a Edwin desde antes de la materialización del proyecto. Se trataba de aliados que había hecho mientras trabajaba con eventos, y así uniéndose entre amigos lograron sacar adelante la propuesta. “Siempre creyendo en la idea. Vienen propuestas nuevas a oxigenar el sitio: hamburguesas y papas del mundo. A todos los negocios los tratamos como miembros del proyecto. En sí, Al Prado es un solo sitio, un patio de comidas, y ellos son participantes con un producto específico”, cuenta el abogado.
El Centro la Casa de Todos
Las restricciones de movilidad que se decretaron en Medellín para mitigar el aumento de contagios por COVID-19, hicieron que los primeros meses de Al Prado fueran bastante difícil, financieramente hablando.
El patio de comidas Al Prado está ubicado en la carrera 45 con calle 58 y abre de martes a domingo, desde las 12 del medio día hasta las 10 de la noche.
Aun así, el tejido social del territorio se ha encargado de darle un impulso al patio de comidas. “Hace poco vino a visitarnos un miembro de Caminá Pal Centro, nos propuso que participáramos de su evento “La Casa Compartida”. Como ya tenía dos organizaciones que me habían manifestado que les gustaría hacer aquí algún encuentro cultural, Hábitat Latente y Vica Producciones, les sugerí que nos uniéramos y presentáramos la propuesta juntos. De esta forma surgió el evento “El Centro La Casa de Todos”, rescata Edwin sobre la razón de la reunión que se llevó a cabo en Al Prado el pasado 28 de mayo.
Se trató de un encuentro cultural con diferentes exposiciones artísticas, fotográficas y un conversatorio a cargo de Hábitat Latente. La temática fue precisamente el archivo histórico del barrio Prado centro, a través de diferentes lenguajes se logró acercar al público visitante a la historia de este sector de la ciudad; el cual, a pesar de haber pasado por épocas de completo abandono, aún es el que mejor cuenta el pasado de nuestra urbe.
“Me encanta este lugar. Ya he venido tres veces en ocho días, y voy a venir más. Hoy estaba trabajando hasta tarde, pero saqué permiso y madrugué para poder venir al evento. Ojalá que sigan invitando a estos espacios.”, comenta Samuel Montoya, cliente del lugar.
Hoy, el plan es continuar creciendo y aportando al tejido comunitario del barrio, en palabras de Edwin “He querido impregnar este sitio de arte, mantenerlo vivo, que no sea solamente venir, comer y ya, sino que haya una constante oferta cultural. Revivir la cultura del sector que se ha visto afectada por la pandemia.”
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Excelente atención y buenisima comida. Las hamburguesas y el salmón, exquisitos.
Que agradable se ve, me gustaría tener la dirección exacta para visitarlos soy de Itagüí
Súper bien!! Me antojé de ir a visitarlos.
Me encanta, es un parche la música, decoración y Comida todo es un disfrute para la familia, amigos o hasta sólo
Que rico voy a ir en cualquier momento
Ese Prado Centro no le queda bien a Centrópolis. Mejor llamarlo por su verdadero nombre: Prado.