En el foro “Cómo se prepara el sector educativo para la Industria 4.0”, liderado por CORPOCENTRO y el Centro Colombo Americano, expertos compartieron sus ideas y preocupaciones en torno al tema. Muchos son los retos.
Por: Diana Isabel Quintero R.
Según el informe El futuro del trabajo, publicado por el Foro Económico Mundial, a medida que los avances tecnológicos modifican la frontera entre los trabajos realizados por humanos, y los realizados por máquinas y algoritmos, es probable que los mercados laborales globales experimenten grandes transformaciones. Ante este panorama, el sector educativo tiene la crucial tarea de configurar programas académicos que formen a los profesionales que se requieren para los nuevos cargos.
El informe es optimista y plantea que, aunque unos 75 millones de trabajos podrían desaparecer, tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica y la biotecnología podrían generar más de 133 millones de nuevos empleos en el mundo.
En ese sentido, Eduardo Gómez, IOT Robotics and Smart Cities, del Centro para la Cuarta Revolución Industrial, revela: “Hay un reto enor me, porque cuando nos hemos acercado a las empresas que están en proceso de transformación digital, nos damos cuenta de que hay una carencia de talento frente a las temáticas de ciencias de la vida, de matemáticas, de estadística, de las habilidades que se están requiriendo para la Cuarta Revolución Industrial, pero cuando uno mira la oferta de programas, quizás las universidades no están preparadas”.
En opinión de Nora Elena Gil, subdirectora académica de la Universidad Cooperativa de Colombia, adecuarse a las exigencias de formación para esta industria representa un costo muy alto para las universidades. Y añade: “Tenemos que buscar alguna manera para que el estudiante vaya creando rutas de educación y formación que respondan a sus intereses, pero que además se alineen con las necesidades de la industria”.
Según el informe El futuro del trabajo, esos 133 millones de nuevos puestos de trabajo que surgirán en 2022 serán para analistas de datos, especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje de máquinas, desarrolladores de software y aplicaciones, especialistas en big data y especialistas en transformación digital, entre otros roles.
Eduardo Gómez cuestiona ¿qué tan dispuestos están los estudiantes a sentarse dos años a hacer una maestría, sabiendo que pueden entrar a una plataforma online como EdX, o Coursera, que ofrecen cursos intensivos de todo este tipo de habilidades y obtenerlas en un corto tiempo? Y agrega que hay empresas que ya ni siquiera están buscando un título en particular, sino personas que sepan de algún lenguaje de programación, por ejemplo.
Defendiendo una perspectiva abiertamente opuesta, Giovanni Orozco, vicerrector académico de Uniremington recuerda que los campos del conocimiento son las ciencias, las técnicas, las artes y la filosofía. “Entonces me queda el miedo y la inquietud de que estemos circunscribiendo todo a la técnica, al hacer. Yo siempre he dicho que es válido el tema de las competencias, del hacer y de las plataformas, pero, ¿dónde dejamos al músico, al artista, al poeta, al pintor?, eso no se hace en Coursera, ni en EdX, esas son actividades del pensamiento y de la creación humana que seguirán requiriendo los métodos tradicionales de formación y aprendizaje”.
Por su parte, Robert Restrepo, director de aprendizaje del Cesde, propone reflexionar sobre cuánto podría ganar la educación con todo lo que plantea la Cuarta Revolución: “podríamos ganar en innovación educativa, en docentes con un cambio de mentalidad, alejados de esa magistralidad que suponen metodologías que, hoy está comprobado, no ayudan mucho al aprendizaje. Si nos enfocamos en lo experiencial, en lo situacional, podríamos ganar en la formación de seres humanos con capacidades y competencias para desenvolverse de mejor manera y más responsablemente en un sector”, puntualiza.
Giovanni Orozco, concluye narrando una experiencia que vivió cuando en una comisión laboral visitó la Universidad Nacional de Corea. “Llegamos a la Facultad de Ingenierías y me llevo una sorpresa: me encuentro un edificio de cerca de 12 pisos que decía: “Hyundai” y otro como de 20 pisos que decía: “Samsung”. Entonces le pregunté a la guía, ¿no íbamos para la Facultad de Ingenierías?, y dijo: estamos en la Facultad de Ingenierías”.
En su opinión, no tiene ningún sentido enviar estudiantes a una pasantía por cumplir con unas prácticas profesionales. “Coja al muchacho y mándelo para la empresa, pero no a hacer cosas eminentemente operativas. ¿Qué hacían los muchachos de la Universidad de Corea en el edificio de Hyundai? Estaban resolviendo problemas, aplicando lo que aprendieron”. Y remata: “Universidad: póngase en contexto con el Universo. Universo: vea a la universidad como el centro donde puede encontrar la solución a muchos de sus problemas”.
El video completo del Foro “Cómo se prepara el sector educativo para la Industria 4.0” puede ser visto en el canal de Youtube de Corpocentro Medellín.