OPINIÓN
Por: Luis Bernardo Vélez Montoya*
Orgullo. Es la palabra que define lo que hoy sentimos en Medellín y Antioquia, al saber que el Metro Ligero de la 80, un sueño que se viene construyendo desde hace cerca de 15 años en la ciudad, será realidad.
La capital antioqueña es pionera nacional en materia de movilidad masiva y sostenible. En 25 años ha avanzado de manera vertiginosa en la ampliación del sistema de transporte, alrededor del Metro con metrocables y tranvía, hoy le suma el Metro Ligero de la 80, una mega obra esperada por todos, por considerarse uno de los proyectos de mayor importancia en los últimos años para el desarrollo de Medellín y todo el Valle de Aburrá.
Orgullo también es lo que siento como Presidente del Concejo de Medellín, por hacer parte de este hito histórico de la ciudad, al liderar desde esta corporación, con el trabajo de los demás concejales y en conjunto con la administración municipal, la aprobación de las vigencias futuras para su construcción, cuya inversión es de más de 3.5 billones de pesos, de los cuales el 70 por ciento será aporte del Gobierno Nacional y el otro 30 por ciento del municipio de Medellín.
El Metro Ligero de la 80 facilitará la conexión entre las diferentes comunas de Medellín, permitiendo que las personas puedan tener un mejor acceso a los diferentes espacios de ciudad. Esta ruta iniciará en la estación Caribe del Metro, hará conexión con la línea B en la estación Floresta para continuar por toda la Avenida 80 hasta conectar con la línea A, en la estación Aguacatala.
Su realización es sin duda una gran noticia para todos, en medio de la emergencia sanitaria y de salud más grave de los últimos 100 años, causada por el COVID-19, que no solo ha tenido impacto negativo a nivel mundial, sino que ha golpeado en mayor proporción a las poblaciones más vulnerables, porque es una señal de esperanza si pensamos en la rentabilidad social que trae este proyecto para los medellinenses.
Por ello es necesario implementar desde ya estrategias sociales relacionadas con la organización y gestión territorial, plantear acciones de mitigación de impactos, propender por una comunicación pública efectiva y activa, además de la apertura de canales para la participación ciudadana y la pedagogía social.
Más de un millón de personas se podrán beneficiar al hacer uso de un transporte limpio, sostenible y amable con el medio ambiente, como este metro ligero, evitando en gran medida la contaminación en la ciudad, que se genera, entre otros, por la continua circulación de vehículos de combustión fósil. Según estudios del Metro de Medellín, se estima que la reducción de CO2 al año, será de 37 mil toneladas.
Otras ventajas se verán reflejadas en reducción de tiempos de desplazamiento y generación de ingresos y empleo, tan necesarios en estos momentos de reactivación económica. Al igual, aliviará el bolsillo de los usuarios de estas rutas, en el transporte público.
Obras de esta magnitud representan desarrollo urbano, mejores espacios para el encuentro, y por supuesto más tiempo para compartir con la familia y descansar. Sin embargo, no podemos olvidar que el desarrollo y la innovación, deben ir de la mano del componente humano y social. Y esa deberá ser la característica principal durante el proceso de construcción del Metro ligero de la 80.
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El Metro de Medellín ha demostrado responsabilidad social en todas las obras ejecutadas y la construcción del Metro Ligero de la 80 deberá continuar en esa vía, para garantizar que ninguna persona llegue a sentir que se vulneran sus derechos, en especial los moradores de las zonas que serán intervenidas, a lo largo de 13,5 kilómetros.
Esta obra no es solo cemento, es equidad e inclusión para los habitantes de Medellín. Tanto los moradores como los comerciantes, los transportadores, necesitarán ser escuchados durante todo este proceso, que será largo, pero que demostrará que además de ser capaces de sacar adelante grandes proyectos somos capaces de poner en el centro del desarrollo, la innovación y el emprendimiento, al ser humano.
Bienvenido el compromiso y la mejor actitud para iniciar el recorrido sin perder el foco en lo importante, y así, lleguemos socialmente fortalecidos a esa próxima estación llamada Metro de la 80.
*Presidente Concejo de Medellín