La recuperación económica del comercio formal guarda su esperanza en este fin de año, pero requiere seguridad, limitar el uso informal del espacio público y garantizar bioseguridad: ¿será posible?
Por: Víctor Vargas
Las cuentas de los comerciantes del centro de Medellín y del país, son muy claras: se trabaja duro, se aguanta durante los primeros nueve meses para ‘hacerse el año’ en el último trimestre.
Eso en un año normal, pero en este 2020 de pandemia mundial, de cuarentenas, de cierres del comercio y quiebras, esa esperanza de desquite es más grande que nunca.
Sin embargo, a la par de la expectativa de recuperación también han aumentado los problemas estructurales del centro: espacio público tomado por el comercio informal y la ilegalidad; miles de desempleados (200.000 en el Valle de Aburrá) y migrantes, de los cuales muchos ven en el centro la única opción de alimentar a sus familias; además de falencias en seguridad y problemas de movilidad, que es lo que encontró una Administración municipal que afronta su primera temporada decembrina en el centro.
Estructuras ilegales controlan el espacio público, un duro reto para funcionarios y policía.
“Nosotros presentábamos cada año un Plan Navidad para mejorar las condiciones en la temporada de fin de año. Durante la administración Gaviria se hizo. No vimos esa disposición en la de Federico Gutiérrez, pues no hubo interés para implementar el Plan y por ello perdimos cuatro años, de allí parte del desorden en el centro de Medellín en la temporada navideña”, dice Jorge Mario Puerta, director ejecutivo de CORPOCENTRO.
Justamente las corporaciones ya presentaron a la presente administración su Plan Navidad 2020, con una serie de propuestas para mejorar las condiciones durante esos tres últimos meses y propiciar así una temporada positiva y próspera.
Sin embargo, los espacios de concertación entre Administración, a través de la Gerencia del Centro, y el sector formal del centro representado por Corpocentro, Asoguayaquil, Corbolívar, Centro Unido y La Gran Manzana, dejan ver una importante distancia entre las necesidades y lo que, indica la Gerencia, puede ser realidad.
La propuesta central del Plan Navidad 2020 es la creación de cinco corredores o polígonos sujetos a un ‘plan candado’ con toda la oferta institucional desplegada (Espacio Público, Policía y Ejército; agentes de tránsito, gestión del riesgo, secretarías de Salud y Cultura Ciudadana).
La Gerencia del Centro ha propuesto usar algunos parques para distribuir una proporción del comercio informal. Corpocentro se opone al menos a ocupar Plaza Botero, ícono para el turismo local
Con este despliegue, los comerciantes consideran, se pueden controlar las problemáticas y ofrecer seguridad y comodidad a compradores y visitantes en esos cinco corredores comerciales, gastronómicos y turísticos: La Playa, Junín, Bolívar, Carabobo y finalmente, Maturín.
“Creemos que la incertidumbre ante un posible aumento de casos de contagio, de ocupación del espacio, de control de seguridad, amerita el ‘plan candado’ en esos cinco corredores. Nos han respondido con un piloto en dos de ellos, pero no estamos muy convencidos que sean los de mayor necesidad. Incluso esos cinco polígonos no cubren todo el territorio, cinco sería el mínimo viable”, indicó Janneth Zuleta, presidenta de Asoguayaquil.
Por su parte, al consultar con la gerente del centro, Mónica Pabón, sobre las propuestas, manifestó que “los comerciantes formales solicitan un centro aséptico, sin comercio informal, con calles vacías y eso no es posible. La administración propende por la recuperación de todos los sectores, del comercio formal e informal. No para legalizarlos, pero sí para darles opción a todos. Estamos evaluando las posibilidades para saber hasta dónde podemos comprometernos”.
El director ejecutivo de Corpocentro, destacó que, ya que no se logró iniciar el Plan como era lo ideal desde la primera semana de octubre, espera que arranque al menos en la primera semana de noviembre con un aforo de vendedores informales controlado, que genere además cierto nivel de seguridad ante los contagios y evitar cierres del comercio, que indica Puerta, “sería fatal para todos”.