La EDU anuncia un espacio más arborizado, sin escalas que rompan la continuidad peatonal y con torres de apartamentos, oficinas y locales comerciales.
Por: Alexander Barajas Maldonado
¿Por qué la participación de expertos de Harvard en este proceso? El vínculo de esa universidad con la ciudad se fue construyendo con los Proyectos Urbanos Integrales (PUI), que obtuvieron premios mundiales hace tres años. A raíz de eso, varios de sus expertos nos han visitado y dado luces sobre cómo pensar mejor nuestra ciudad. Contribuyen en un proceso colaborativo que plasma luego nuestro Taller de Diseño.
¿Cuánto cuesta y en qué consistirá la transformación física del centro? Son $180 mil millones en el cuatrienio, para dejar un centro moderno, con una visión a 25 años. También habrá alianzas público privadas para sacarlo adelante. Ese monto incluye la renovación completa del parque San Antonio y otras obras que entregarán un centro más peatonal, con un sistema de ciclo rutas, con un transporte público colectivo organizado en troncales. Habrá mucho más verde, más pisos blandos o jardines que cemento, también con arborización alta. Por ejemplo, las pirámides de la Oriental se adecuarán para que acojan plantas ornamentales. Esperamos resolver el déficit de espacios deportivos, no tenemos ni canchas ni gimnasios al aire libre en el centro; vamos a tener escenarios de estos entre los parques San Antonio y Bolívar.
¿Y también hay propuestas en vivienda? Claro, el objetivo de hacer todo esto es que el centro se vuelva a convertir en un sitio atractivo para vivir: peatonalizado, con ciclo rutas, seguro, mejor iluminado, reverdecido, con espacios culturales, deportivos y recreativos. Será una ciudad dentro de la ciudad y por eso se va a propiciar una nueva oferta de vivienda y de comercio de calidad; principalmente en lo que será el nuevo parque San Antonio.
¿Qué destaca de la nueva sede de la EDU? Primero, que demuestra que somos habitantes y dolientes del centro. Es un llamado a la gran empresa para que no salga y vuelva al corazón de la ciudad. Segundo porque hace honor de verdad al carácter innovador de Medellín. Además de ser eco-sostenible, tendrá dos características que me emocionan: en el primer piso funcionará el Laboratorio de Ciudad, donde cualquier persona o entidad podrá consultar en tiempo real y en unas maquetas virtuales el POT para conocer el impacto de una licencia de construcción, por ejemplo. Este laboratorio será alimentado y actualizado por el Centro de Simulación Urbana, ubicado en el décimo piso, que también acogerá otra dependencia novedosa como el Centro de Control de Proyectos Urbanos. Serán como dos cerebros en el último piso, uno pensando la ciudad y el otro vigilando la ejecución de los proyectos.
Esta edificación inició obras en abril de 2015 y se espera que esté en servicio a fin de año. Cuenta con 10 pisos y en muchos aspectos es un edificio innovador, sobre todo en el aprovechamiento de los recursos naturales. La propuesta fue plasmada en planos por el Taller de Diseño de la EDU, viene siendo construida por la firma Conconcreto y está dirigida por el reconocido diseñador e ingeniero británico (hijo de antioqueña) Salmaan Craig, docente de Harvard.
El 27 de mayo, Salmaan Craig experto inglés y profesor de la Facultad de Diseño de la Universidad de Harvard, presentó a la prensa local el avance de la obra, destacando “que hay muy pocos edificios en el mundo como éste. Es eco-sostenible porque puede medir las condiciones ambientales internas para adaptarse y aprovechar al máximo recursos como la luz solar, el flujo de los vientos, logrando así un consumo mínimo de electricidad y agua. La operación de esta torre entregará información valiosa para próximos desarrollos de este tipo en la ciudad y en el mundo”.
La futura sede de la EDU podrá reciclar las aguas lluvias para riego de zonas verdes propias y del parque; tendrá paneles solares que alimentarán de energía las oficinas durante el día; la iluminación y la ventilación serán naturales, sin sistema de aire acondicionado. En esta última característica se destaca la llamada “chimenea solar”, que extraerá el calor excesivo de las oficinas aplicando el principio de intercambio natural del aire (el caliente busca subir y fuerza el ingreso de aire fresco).