La Escuela para la Inclusión es un programa creado por la Alcaldía de Medellín para acoger a las personas con discapacidad, víctimas del conflicto armado, exhabitantes de calle, entre otras poblaciones especiales para ofrecerles oportunidades de empleo.
Por: Maria Isabel Arbeláez
María Patricia Ruiz trabajaba en una empresa de confecciones, pero después de enfermarse nadie le volvió a dar trabajo. Tiene 52 años y ha sido diagnosticada con polimialgia reumática, discapacidad cognitiva, daño craneoencefálico y movilidad reducida.
María Patricia hace parte de la Escuela para la Inclusión “allá hablamos muchísimo sobre quiénes somos, qué queremos y cuál es nuestro proyecto de vida. Además nos ayudan a entender que las adversidades hay que dejarlas atrás porque no nos podemos estancar. Las enfermedades son obstáculos, pero somos capaces de muchas cosas, como por ejemplo de trabajar y seguir luchando por nuestras familias”.
La orientación le ha servido mucho, hoy se siente motivada y con ganas de comenzar a trabajar. “Es una oportunidad maravillosa que nos están dando a los discapacitados, es muy difícil que hoy en día una empresa de la ciudad nos tenga en cuenta en sus procesos de selección. El trabajo es salud y saber que estoy ocupada en algo me hace sentir útil”.
Como María Patricia muchas han sido las personas que gracias a La Escuela para la Inclusión han encontrado oportunidades de empleo.
Un lugar para el aprendizaje
La Escuela para la Inclusión, liderada por la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, empezó a funcionar desde el 13 julio de este año y hasta la fecha ha capacitado 265 personas con discapacidad; 37 exhabitantes de calle, y 15 personas de la población indígena y afro; además de diez mujeres en ejercicio de prostitución.
En cuanto a las empresas vinculadas a esta iniciativa, 9 se han unido con oportunidades de empleo y han recibido remisiones de 55 personas.
En la actualidad, 120 personas continúan en proceso de capacitación con el Sena en el cuidado de prendas, doblaje y manejo de detergentes. Se espera que una vez terminada su formación, estas sean remitidas a una empresa de lavandería
La Escuela para la Inclusión está ubicada en el barrio Sagrado Corazón y funciona desde julio de este año.