Que la alegría de la Navidad y el consumismo que supone esta época no lo descuadren o lo dejen empeñado. Sea prudente y evítese sufrimientos: CENTRÓPOLIS le dice cómo.
Por: Víctor Vargas
Nadie puede negar lo abrumadoras que son las llamadas de las entidades bancarias o comerciales recordando ‘amablemente’ compromisos adquiridos con ellos por alguna compra o deuda. Ni qué decir de las llamadas y correos cuando ya se está en mora y quienes le llaman son oficinas de cobro, abogados que con insistencia exigen, sin saberse de dónde, soluciones inmediatas a las deudas.
Si no quiere que esto pase, usted tiene el control en sus manos. En este mes de diciembre en el que, en medio de la alegría, las fiestas, los aguinaldos, los paseos, la bondad, las ganas de renovar celular o algún electrodoméstico y los ‘traídos’, la prudencia y sobre todo unas sencillas cuentas, le pueden evitar dolores de cabeza.
Es evidente que esta época se ha convertido más que un espacio para compartir con las familias en un momento de altos consumos, así lo explica Sergio Ignacio Soto, Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco Antioquia. “Este mes representa ventas por más del 30 o 40% del año”.
Aunque ese volumen de ventas es prosperidad para el comercio, el directivo también advierte que es necesario ser cauteloso con las finanzas en esta época ya sea que se compre en efectivo o a crédito. Si lo hace, como se dice coloquialmente fiado, ojo con esta recomendación: “universalmente hay una clave que funciona y es que usted no debe permitir que de lo que gana, más del 25% esté comprometido en pagar deudas. Máximo, un 30%, ya sea con el sector financiero, el comercio u otro tipo de instituciones o personas”, recomienda Soto.
Por ello haga cuentas: cuánto me gano, cuáles son mis obligaciones, cuánto quiero ahorrar (recuerde que la recomendación es ahorrar al menos un 20% de los ingresos).
Ahora, si usted es de los afortunados que en diciembre recibe prima, una bonificación o gana unos ingresos extras, recuerde, como dicen los viejos, que “el dinero es una ilusión” y si no es prudente, ese ‘extra’ puede irse fácilmente e incluso comprometer los recursos básicos.
Para construir esa prudencia siga estas recomendaciones expertas:
- Sea realista: Determine exactamente cuánto dinero le es posible gastar sin afectar su equilibro financiero. Recuerde que normalmente aparecen imprevistos que hay que atender.
- Evite el consumismo: Los comerciales nos hacen sentir que, con tarjetas de crédito, por ejemplo, “todo es posible”. No olvide que con ellas o un crédito usted está comprando dinero, por el que le cobran intereses altos. ‘Comprar’ dinero, no es barato.
- No adquiera cosas compulsivamente: piense si necesita ese producto, si puede pagarlo, su beneficio, sus costos de mantenimiento. Compare precios y calidades, no adquiera lo primero que vea. Consulte la opinión de otras personas de su familia.
- Haga un plan: Si su decisión es un viaje, planee con anterioridad cada gasto y ajústese a ese presupuesto cuando esté allí.
- Nunca deje de ahorrar: Ese es el soporte para que los imprevistos no desequilibren sus ingresos.
- No construya castillos en el aire: Solo cuente con los recursos reales y no los que ‘pueden’ llegar.
- Anticipe y prográmese: Después de diciembre llegan temporadas de muchos gastos, como la escolar, no los olvide.
Finalmente, sobre este último punto, el Director Ejecutivo de Fenalco también advirtió. “Si no alcanza para ahorrar, lo importante es dejar previsión y proyección de gastos del inicio del año, época en la que hay incrementos de servicios públicos, del transporte… Todo sube año a año mínimo a niveles de la inflación, que es el IPC (índice de precios al consumidor) y debemos estar preparados”.