Si un niño le habla de abuso: créale. Tome medidas inmediatas para evitarle más riesgos. Denuncie y busque ayuda. Todos los adultos somos responsables del cuidado de los niños. Foto: Liliana Buitrago
De 10.700 denuncias por abuso sexual infantil registradas en el país a octubre, 1.625 se dieron en Medellín (16%) y de esas, la Comuna 10 fue testigo de 126, el mayor número de la ciudad. Es hora de parar entre todos esta catástrofe.
Por Alexander Barajas
Un solo caso es aberrante. Pero son miles, muchos miles. El abuso sexual infantil es un drama silencioso que se está devorando la sonrisa de muchos de nuestros niños, niñas y adolescentes, además de sus posibilidades de consolidar luego una vida sana y feliz como adultos.
Los números oficiales son dicientes, tristes, pero no muestran la foto completa, que es sin duda peor. Así lo reconoce la primera dama de Medellín, Margarita María Gómez, cuyo despacho viene liderando una decidida cruzada para sensibilizar frente al tema: “Las denuncias han crecido 17%. Se estima que apenas se denuncia el 5 o 10% de los casos y estamos especulando, no tenemos ni idea de la dimensión del problema, pero sí de sus secuelas en nuestros niños y en las familias”.
Lamentablemente, el 90% de los perpetradores de abuso hacen parte del grupo familiar o son allegados. “Están en el álbum de la familia”, dijo el alcalde Federico Gutiérrez.
Su labor misional tuvo uno de sus puntos más altos el mes pasado, cuando se conmemoró el 19 de noviembre el Día Internacional de la Lucha Contra el Abuso Sexual Infantil, convocando aquí en la Comuna 10, en Plaza Mayor, al foro ‘Escúchalos, me rehúso al abuso’. “Esta actividad buscaba prevenir, entregándole herramientas a los adultos para que eviten situaciones y detecten señales a tiempo”, explicó Gómez.
Si bien dicho foro tuvo una convocatoria exitosa y multitudinaria, no ha sido la única ni se circunscribe a la capital antioqueña. La Alcaldía de Medellín, a través del programa ‘Tejiendo Hogares’ de la Primera Dama, ha compartido el contenido de la campaña a entidades públicas y privadas, entre las que se encuentran los municipios de la región que hacen parte de la “la Gran Unión Metropolitana por Nuestros Niños y Adolescentes”, que involucra a los alcaldes y primeras damas de los diez municipios del Valle de Aburrá.
Señales de alarma
Con el acompañamiento de expertos y reconocidas entidades que trabajan con familias e infantes, el programa Tejiendo Hogares ha logrado consolidar unas herramientas de crianza que incluyen observación constante por parte de los adultos cuidadores (padres, tíos, abuelos, maestros, aunque a la larga debemos ser todos) para detectar los posibles riesgos y signos de alerta.
“El 49% de las denuncias tienen que ver con niños de 0 a 11 años. Los abusadores se están centrando en los más indefensos, en quienes no tienen idea de lo que les pasa, ni siquiera pueden saber si está bien o mal o es normal o es delito. Por eso, todo lo que hagamos para prevenir, para sensibilizar al adulto, es también una forma de darle voz a esas víctimas, las más indefensas entre los indefensos”.
Si presencia o conoce casos en su familia, barrio o comunidad, denúncielos a la línea telefónica gratuita 123 y solicite que lo comuniquen con la línea social.
Y esa voz, que poco se expresa, hay que saberla escuchar. Por eso, agregó la Primera Dama que entre las señales de alarma que muestra el niño están “la agresividad, fugas del hogar o del colegio, cambios emocionales repentinos, alteraciones del sueño, rechazo a manifestaciones de afecto, conductas o conocimiento sexual inadecuado para su edad, interés exagerado por comportamientos sexuales de los adultos, llanto frecuente injustificado, miedo o rechazo a un adulto o cuidador de forma repentina, aislamiento, rechazo a bañarse o desvestirse”.
La supervisión constante, la comunicación asertiva y permanente, la construcción de lazos de confianza, las compañías, la vigilancia de lo que hace el niño en su tiempo libre, estrechan el paso a la posibilidad de un abuso. “Soy mamá y les recomiendo revisar todos los días a sus hijos (si presentan algún moretón, sangrado). Es fundamental hablarle a nuestros hijos de forma clara sobre el tema, explicarle las partes de su cuerpo y enseñarles que nadie les debe tocar sus partes íntimas, ni pedirles fotos o videos desnudos”.
Las 12 formas del mal
El delito de abuso sexual infantil se puede manifestar de 12 formas, algunas de ellas no incluyen contacto físico pero son calificadas con igual gravedad. Se considera abuso sexual infantil las siguientes acciones:
- Tener relaciones sexuales con un niño.
- Ofrecerle a un niño dinero por tocar o mostrar su cuerpo.
- Que un adulto le muestre a un niño los genitales.
- Realizar caricias sexuales o que hagan sentir mal a un niño.
- Obligar a un niño a dar besos en la boca.
- Acariciar los genitales a un niño.
- Que un adulto le pida a un niño que le toque los genitales.
- Hacerle creer a un niño que el contacto sexual es un juego.
- Mostrarle pornografía a un niño.
- Pedirle a un niño que se deje ver los genitales.
- Solicitar a un niño fotos y videos desnudos.
- Incitarle actos sexuales a un niño.