Por Valentina Castaño
Un habitante de calle que pregunta por Oliver Twist y se pone cómodo para comenzar su lectura, vendedoras de tinto que hacía mucho no tomaban un libro entre manos y se enganchan con alguna novela, niños y adultos que se envuelven en conversaciones sobre diferentes títulos, convirtiéndose poco a poco en promotores de la lectura, son algunos de los retratos que se observan por estos días en la Plazuela San Ignacio.
Desde el pasado 7 de marzo, cuando el café Bohemio de Clausura y la Biblioteca de Comfama salieron de sus recintos hacia la Plazuela, este espacio público se ha llenado de vida y letras, atrayendo a transeúntes y habitantes del sector.
¿Por qué sale el café a la Plazuela?
En el Claustro Comfama están en obra. Se trata de un trabajo de restauración sobre una construcción muy importante que hace parte del conjunto patrimonial que comprenden el Claustro Comfama, la Iglesia de San Ignacio y el Paraninfo, y que se constituyen como el sitio que dio origen a la educación, la cultura y la formación en Antioquia.
Esta intervención va a preparar al Claustro para los próximos 200 años en temas estructurales, patrimoniales, pero también, y especialmente, en contenidos. La inversión será de $54 mil millones y le dará al lugar la posibilidad de tener tres espacios para ver cine, dos para teatro, una galería de más de 850 metros cuadrados, un museo y una biblioteca expandida relacionada con toda la red de colegios Comfama que ahora se llaman Cosmos.
“La primera fase del proyecto, en la que se está interviniendo el patio techado donde está el Café Bohemio de Clausura, obliga a tener la puerta de la Plazuela San Ignacio cerrada y nos lleva a pensarnos cómo apropiarnos de la realidad del día a día de la Plazuela. Ya veníamos trabajándolo con mesas de ajedrez, de pimpón, programación con activaciones en la Plazuela, pero ahora ya estaremos de 8:00 de la mañana a 12:00 de la noche, y esperamos que muy pronto sea 24 horas”, explica Sergio Restrepo, responsable del Centro Cultural Claustro.
El ajedrez, el pimpón y otros juegos de calle y de mesa están acompañados de libros y café en el espacio público, en un diálogo concertado y construido con los habitantes de la Plazuela, con los vecinos, los comerciantes, los hoteles y demás.
¿Cómo habitar este espacio?
Las bibliotecas Comfama inician con la idea de prestar un servicio desde la educación y el conocimiento, sin embargo, según lo explica Yalila Pérez Montoya, facilitadora de la Biblioteca Claustro “en los últimos años el concepto general de biblioteca cambia, donde no solo es esperar que el usuario venga para prestarle un servicio, que es un libro, sino que se ha pensado que la biblioteca impacte los territorios. No esperar que el usuario venga sino llegar hasta el usuario”.
Desde su entrega al público, la Biblioteca abierta se empezó a llenar de niños, transeúntes y curiosos de la lectura. Esteban Aristizábal, facilitador de la Biblioteca Claustro, ha estado allí casi todos los días desde que entró en funcionamiento y cuenta que “la gente que viene nos ha preguntado mucho por libros de filosofía y de autoayuda. también de literatura infantil, juvenil y cómics. Aquí se pueden prestar y devolver libros. Este es un módulo más de la Biblioteca Comfama”.
En este espacio hay libros de Palabras Rodantes, que como todos los libros de esta estrategia pueden ser sacados de un módulo en una estación del Metro, por ejemplo, y ser devueltos en cualquiera de las sedes de Comfama. También hay libros de la librería Comfama, y como en cualquier biblioteca las personas deben afiliarse para prestar material.
“Apropiemos y habitemos el espacio público, ahí no solo hay una biblioteca, también hay un café que nace en una alianza maravillosa entre uno de los mejores gestores culturales de la ciudad, que es La Pascasia, y uno de los promotores de la investigación del café que es el Laboratorio del Café, dos entidades que se unen y conforman el Bohemio de Clausura, un espacio que está ahí, entonces tienes café, libro y juegos en el espacio público de la Plazuela”, agrega Sergio Restrepo.
Los planes del Claustro
Aunque el Claustro no estará para siempre en obra, el habitar y relacionarse forma positiva con el espacio público es una tarea prioritaria y que continuará para Comfama.
La proyección está en ser habitantes del espacio, del territorio, compartir y conversar con otros actores y generar intercambios. Poder mantener al claustro en diálogo con el espacio público hasta que este mismo forme parte de él; sus terrazas, sus patios, sus corredores, y hasta su torreón, estarán al acceso de todas las personas.
“Estos espacios se han convertido en un lugar de la gente, estamos convencidos completamente que lo contrario a inseguridad es convivencia, que nosotros no podemos seguir cometiendo el error de confundir vigilancia con seguridad. Creemos que confiar en la gente es una fuerza poderosa y habitar los espacios es la mejor manera de cuidarlos y protegerlos”, concluye Restrepo.