La invasión de las aceras por parte de las ventas informales no solo perjudica la movilidad peatonal sino que incentiva la inseguridad en la avenida Oriental.
El caos aparece antes de que el sol salga sobre la vía más grande del centro de Medellín, la avenida Oriental. Con tres carriles para el tráfico automotor y uno más para Metroplús en cada sentido, y con 3.800 metros de longitud, fue en su momento la vía de mayor capacidad en la ciudad. Pero, a pesar de que se construyó como una alternativa para descongestionar una villa industrial que crecía, hoy es uno de los focos de congestión más caótico de la capital paisa.
Carriles de automóviles que se funden unos en otros sin que alguien pueda ponerles orden, conductores pegados de sus pitos y transeúntes que se estrujan mientras esquivan a quienes dormitan en el suelo, son algunos de los paisajes típicos de una mañana en la Oriental. A pesar de las estrategias de organización de la movilidad y seguridad como el Metroplús o las cámaras de vigilancia, las problemáticas del sector solo parecen agrandarse ante el silencio de la administración.
Movilidad
El Metroplús fue por mucho tiempo la promesa de cambio para la congestión vehicular. Por años los conductores aguantaron el tráfico inclemente a la espera de que la apertura del carril exclusivo mejorara los tiempos de desplazamiento.
“Antes de que empezaran con todas las obras del Metroplús, el paso por la vía tardaba unos 15 o 20 minutos. Ahora me demoro hasta 45 minutos, casi una hora”, explica Sebastián Rodelo, conductor de un bus de Caicedo y uno de los afectados por el caos vehicular de la Oriental.
A mediados de 2020, Víctor Piedrahíta, subsecretario técnico de Movilidad de Medellín, proclamó que el Metroplús era un hito para privilegiar el transporte público en el centro, informando que el siguiente paso era reorganizar las rutas de buses para evitar las constantes congestiones.
Y aunque es evidente que urge tomar medidas, bien sea reorganizando el transporte público o restringiendo el tránsito de particulares, los años pasan y las dificultades persisten sin solución.
Tanto los directores de las corporaciones como los líderes del gremio de transporte se sienten perjudicados por una congestión que los ha vuelto más ineficientes y los ha obligado a extender sus jornadas. Manifiestan también que están dispuestos a reorganizar las rutas, pero que es la Secretaría de Movilidad quien debe iniciar el proceso.
Sin embargo, al consultar con la Secretaría de Movilidad sobre estrategias en marcha para dar soluciones, no fue posible obtener ninguna respuesta a pesar de la insistencia de este medio.
Seguridad y urbanismo
El abandono del separador central ha contribuido a la permanencia de habitantes de calle allí, a la vez que es escondite cuando se llevan a cabo robos a los conductores de vehículos particulares.
En cuanto a seguridad, los problemas de la Oriental no son menos preocupantes.
Si bien la Secretaría de Seguridad, de acuerdo con los informes y estadísticas de la Policía Metropolitana y del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia, afirma que las variables delictivas en la Avenida Oriental, no se diferencian de manera particular de las que afectan al resto de la Comuna 10 de la Candelaria, al preguntar a comerciantes y transeúntes en los sectores de La Playa, Sucre y El Palo, estos identificaron la avenida Oriental como un punto crítico para la seguridad en su zona, donde manifiestan que el “cosquilleo”, las riñas entre conductores y los atracos, son una constante.
’Yo termino de trabajar en la noche y antes de las estaciones de Metroplús daba miedo irse a esperar el bus en los paraderos. Creía uno que con las plataformas iba a mejorar, pero apenas se sale de ellas la inseguridad es la misma, o peor porque ahora el separador está lleno de consumidores”, cuenta Johanna Carrillo, trabajadora en un restaurante de la avenida La Playa.
A pesar de que las autoridades afirman que la Oriental tiene atención permanente del modelo de vigilancia por cuadrantes de la Policía y, además, tiene características especiales en la zona donde se ubica el Comando Central de la Policía Metropolitana; sin importar la hora del día, el robo de autopartes en la vía es una problemática que no cesa, suceden incluso en frente del Comando.
Los perpetradores de estos hurtos veloces son principalmente habitantes de calle, quienes aprovechan el cambio de semáforo para hacerse de cualquier espejo o parte suelta que puedan arrancar. El problema va en aumento y esto tiene que ver con la ocupación que ha hecho esta población del separador principal de la avenida.
El separador central de la avenida Oriental se ha convertido en un botadero de escombros y basuras.
Hoy no es raro ver grupos de varias personas consumiendo alucinógenos entre la vegetación maltrecha por el mal uso, mismo lugar que también les sirve de refugio tras la comisión de delitos.
“El mes pasado me robaron el retrovisor por cuarta vez en menos de dos años, al detenerme en el semáforo que está frente a la Cámara de Comercio. Cuarta vez. Es indignante, se siente una sensación de impotencia terrible, que empeora cuando se ponen las denuncias y no sucede absolutamente nada”, cuenta a CENTRÓPOLIS una residente del centro que ha solicitado no revelar su nombre.
Aunque las autoridades expresan que en la Comuna 10 existe un completo sistema con 483 cámaras de videovigilancia del tipo PTZ, giratorias y 56 más entre las que tienen tecnología multisensor y de reconocimiento de placas, y que además cuenta con el grupo de visualizadores y cuadrantes de Policía más numeroso del Valle de Aburrá, la comunidad expresa que la respuesta ante los hurtos en la avenida Oriental no es oportuna.
A la fecha, de acuerdo con los informes recopilados por el Sistema de Información para la Seguridad la Convivencia, en La Candelaria se presenta una reducción en los delitos de alto impacto (hurtos, riñas, lesiones) para este periodo de un 27% frente al mismo periodo de 2021. Sin embargo, como las cifras son de toda la Comuna 10, es imposible analizar con estas la situación de una vía en particular.
Sobre los planes para controlar la situación, voceros de la Secretaría de Seguridad expresaron a CENTRÓPOLIS que “Desde la Policía Metropolitana se ha reforzado todo el modelo por cuadrantes, además de tener seguimientos, intervenciones y operaciones sistemáticas en todos los corredores viales del centro de Medellín, en donde se ha duplicado el número de capturas en los últimos meses en casos de hurto en todas las modalidades, pero además se han dado acciones específicas con el Plan Parques y las intervenciones y sensibilizaciones por parte de la Subsecretaría de Espacio Público diariamente”.
Con el trancón de la noche, termina la actividad en la Oriental y rápidamente es la soledad la que se apodera del espacio, una soledad quizá más hostil que los mismos tumultos de transeúntes durante el día, una que ahuyenta a caminantes inexpertos e impide el paso a nuevos visitantes a quienes, inseguros, prefieren no transitar por allí de noche.
Buenas
Soy Claudia Ramírez cuando plantearon convertir las pirámides en zonas verdes fue una de las que pensé y dije volveremos de nuevo a ver lo que en los años 80s pasaba camvuches donde se escondían para el consumo esto era una problemática de aquella época que al colocar las pirámides dio una solución a dicha situación lo cual hoy por hoy es peor ya que la población de avitantes de calle de los 80s a este año 2022 a aumentado más de un 100% y para complemento son mucho más peligrosos que los de antes la supuesta solución de un jardín en medio del centro de la Ciudad no está dando ningún resultado positivo ya que este se a convertido en el inodoro de venteros ambulantes y los limpia vidrios que se posan en la vía lugar de Caleta de armas blancas, droga e incluso lo que roban a los transeuntes mejor dicho la ciudad va cada dia de peor en peor esta administración y su equipo de trabajo les quedo grande manejar la Medellín que recibieron
La situación es un desastre. No manejo pero vivo en Centro y camino en Oriental todos los días. Primero la ciudad nos dijo que el Metroplus sería la respuesta, pero ahora dicen que deben reorganizar las rutas de los buses. Estoy de acuerdo, pero no veo ningún plan propuesto para reorganizar las rutas de autobús. Qué ha pasado con el plan que era hacer de La Playa un paseo peatonal sin coches. En este momento la mejor calle del Centro es Ayacucho, sin carros, muy transitable y muy segura.