Pese a intervención integral de la Alcaldía en estos sectores, la problemática social y económica de la ocupación del espacio público no cambia.
Por: Víctor Vargas
Luego de las intervenciones integrales que realizaran distintas secretarías y la Gerencia del Centro de la Alcaldía en los sectores de La Bayadera y Sagrado Corazón en la comuna 10, la ocupación del espacio público por distintos actores -más allá de la coyuntura sanitaria actual-, sigue igual que siempre y las acciones de la Secretaria de Seguridad y Convivencia con su Subsecretaría de Espacio Público no parecen ser lo contundentemente necesarias para impactar un problema histórico y estructural de ciudad.
“Nosotros tenemos que descargar en la esquina, eso nos genera pérdida de tiempo, ineficiencia, pues el frente del negocio se mantiene ocupado”, lamenta Consuelo Mesa, auxiliar administrativa de ‘La tienda del repuesto’, establecimiento comercial con ocho años de actividad formal en El Sagrado Corazón.
Con la instalación de puntos de recolección de los aceites y residuos similares, se espera que no se afecte el asfalto por las labores mecánicas.
Ella se refiere a las distintas labores y oficios informales que se desarrollan en las calles del sector y que son características de estas zonas a las que diariamente acuden miles de ciudadanos a comprar repuestos o a solicitar servicios mecánicos.
Durante las recientes intervenciones por parte de la administración municipal tanto en La Bayadera como en Sagrado Corazón, que implicaron obras de repavimentación, señalización, oferta de programas institucionales, acciones de la policía y otras relacionadas con la crisis sanitaria por la pandemia y en el marco de la campaña ‘Estado de Cuidado Total’; en el último sector se retiraron algunos vehículos que habían sido abandonaos en distintos puntos.
La Subsecretaría adelantó “labores de pedagogía, sensibilización, regulación y control sobre el cumplimiento del protocolo de bioseguridad que disponen los diferentes decretos emitidos por la Administración Municipal”, explicó el subsecretario de Espacio Público, Yomar Benítez.
La intervención ilusionó a algunos comerciantes formales con una mayor recuperación de lo público, lo que no se dio, aunque la dependencia reportó “3.840 sensibilizaciones entre los vendedores no regulados y 79 entre los que han realizado el proceso de regulación con el apoyo de la Subsecretaría. En estas brigadas, los funcionarios realizan la caracterización de cada uno de los vendedores y verifican el cumplimiento de la norma, la prevención que deben tener en las calles y la oferta institucional a la que pueden acceder”.
Algunos comerciantes reconocen la relación estrecha entre la actividad formal e informal que se nutren mutuamente. “No negamos que nos beneficiamos de las compras de repuestos que nos hacen los mecánicos que trabajan en la calle, pero también perdemos compras porque la gente no tiene ‘arrimadero’, uno sí quisiera más orden pero es muy difícil”, señaló el propietario de un almacén de llantas quien pidió reservar su nombre y que todas las mañanas ubica dos conos color naranja en la calle para ‘reservar’ el espacio al frente de su negocio y debe encargar a uno de sus empleados para que no le bloqueen la entrada al establecimiento.
Un problema que requiere solución estructural
De hecho, estas prácticas se han normalizado en muchas ciudades del país, entre otras razones por el impacto social que tienen dentro de un contexto de desempleo, en el que la mitad de la población genera su sustento en el sector informal.
Para Mónica Pabón, gerente del centro, realizar acciones de desalojo del comercio y los servicios en estos dos sectores, en este momento de pandemia y de crisis económica “sería inhumano’.
Recalca que es un problema estructural de décadas que no podrá ser resuelto en el corto plazo. Añadió que en lo que respecta al presente periodo de gobierno, la intervención integral del Sagrado Corazón y La Bayadera, se inició incluso con anterioridad a la llegada de la pandemia con las acciones mencionadas.
Destaca que en recuperación del espacio público se realizan acciones semanales de control y acompañamiento para disponer bien residuos como aceites, además de verificar que no se ocupen las calles con remolques y carros, a lo que se suma jornadas de aseo y ornato. “Esto va a ser permanente como parte de un proceso”, recalcó Pabón.
La funcionaria advirtió que también los comerciantes formales pueden aportar al cambio, sin ocupar las vías con vehículos y motos privadas. “Los invitamos a usar el transporte público para llegar a sus trabajos”. La exconcejala Luz María Múnera coincidió con Pabón en lo estructural del problema “en una ciudad que no genera empleos formales”.
Recordó la creación de los centros comerciales populares que para ella serían hoy una buena solución “se pueden generar espacios similares siempre y cuando se acompañe, se ejerza control y no termine como en el pasado con la privatización de estos”.
Sin embargo, Múnera no ocultó que la ciudad también tiene un problema de fondo en la politización del problema. “Lo político juega. Es real que muchos venteros y la gente que trabaja en la calle cuando Espacio Público realiza acciones, pues ellos llaman a su Concejal y hasta ahí llegó la intención y eso no ayuda para nada”.
Finalmente, expresó que frente al problema de espacio público de la ciudad en general, es necesaria la creación de una política pública que trascienda un periodo de gobierno como una manera de atacar a fondo la situación.
Arriba, cómo quedó el sector después de la intervención realizada por la Alcaldía de Medellín. Abajo, cómo se encuentra después de 15 días de la jornada que se llevó a cabo en el marco de las acciones integrales por la declaratoria de Cuidado Total en La Candelaria. Fotos: Omar Portela.
El servicio de reparación de vehículos es la segunda actividad económica más importante de La Comuna 10 La Candelaria luego del comercio, ambas representan más del 90%
Será coincidencia que en las dos se concentra la informalidad y toda la ilegalidad que se esconde detrás? Y que todos los gobiernos se quedan inmóviles y viéndolas crecer con la excusa de que es estructural, sin generar soluciones a este cáncer que carcome los residentes y habitantes de la Comuna?