Por Valentina Castaño
Junto a los perros, los gatos son las mascotas más populares de la actualidad. Ambas especies se diferencian bastante, mientras que los caninos requieren atención constante, los gatos se caracterizan por ser independientes y necesitar menos cuidados, rasgos que los han vuelto apetecidos en los hogares.
Sin embargo, esta misma independencia puede poner su salud en riesgo. Los gatos saben esconder muy bien el dolor, es fácil pasar por alto una enfermedad en ellos, por esto sus dueños deben estar especialmente atentos.
¿Cómo cuidar a su gato para que tenga buena salud?
Según Claudia Marcela Díaz, directora de adopciones de la Corporación Vida Animal, para tener un gato con una buena salud lo más importante es mantener su sistema inmunológico muy estable. ¿Cómo se logra esto?
Primero, con tranquilidad absoluta en su ambiente. Los gatos son neofóbicos, es decir, temen y se ven afectados por los cambios. Al adoptar o comprar un gato lo primero que se debe hacer es dejarlos en un espacio en el que ellos se sientan tranquilos, esto será difícil por el tema de su rechazo a lo nuevo, así que se debe buscar cómo nutrir ese ambiente para que no se sientan amenazados. Los gimnasios con plataformas elevadas son una gran opción para que puedan visualizar y se sientan en control del espacio.
Lo segundo, pero no menos importante, es una excelente nutrición. No todos los gatos tienen los mismos gustos o necesidades. Es importante encontrar para ellos un alimento que les guste y les aporte los nutrientes correctos.
Para saber si su gato se está alimentando bien se le deben realizar exámenes cada seis meses; un hemograma básico y un coprológico le indicarán al veterinario cómo está su sistema. Una vez se dé con el alimento que mejor se acomoda a su mascota, es importante no cambiarlo.
En cuanto a las vacunas, Claudia Díaz comenta, “En mi caso personal recomiendo que, si el animalito no sale de casa, que es lo más adecuado ya que en el exterior puede contraer virus y parásitos, solo se le aplique el esquema básico de vacunas, esto será suficiente para mantenerlo protegido”.
Signos de alerta
Cada dueño desde casa puede prevenir y detectar problemas en su gato. Para lograr esto, se recomienda que al menos una vez al mes, se examine a la mascota para detectar posibles síntomas de una enfermedad. Aquí algunas de las señales a las que se debe estar atento:
Condición física general: se debe poder palpar las costillas del gato, sin que sean visibles. Debe poder apreciarse su cintura y su vientre no debería estar abultado. Vigile los cambios de peso inesperados.
Orejas: deben estar limpias, sin cera espesa, negra o marrón y no deben oler mal.
Ojos: deben estar brillantes y no presentar signos de rojeces, secreciones o irritación. El gato no debe huir de la luz como si le molestara.
Nariz: debe ser suave y húmeda al tacto. No deben existir costras ni secreciones en los orificios nasales.
Boca: los dientes deben estar blancos, sin sarro y las encías de un color rosa pálido o negras. Verificar que el gato no escupa sus alimentos, salive en exceso o tenga mal aliento, todos estos son signos de problemas dentales.
Piel y pelo: No debe tener caspa, ni pulgas, zonas sin pelo o irritaciones. El pelaje debe ser espeso y brillante, mientras así sea es normal que se caiga en grandes cantidades.
Digestión: regurgitar pelos o hierba es normal para los gatos, pero se deben vigilar los vómitos persistentes o los signos de asfixia mientras comen. Al cambiar la caja de arena esté atento a cambios en la cantidad de orina y heces, asegúrese de que su gato no tenga diarrea o estreñimiento.
Sed: Los gatos sanos aparentemente no beben mucha agua, especialmente si consumen alimentos húmedos. Los gatos de exterior a menudo encuentran agua fuera de casa. Aun así, proporcione un recipiente con agua limpia y fresca, en caso de que muestren mucha sed, consulte con el veterinario.
Comportamiento: los gatos que no se encuentran bien de salud suelen evitar el contacto con los humanos e incluso se muestran agresivos. Esté atento a cambios abruptos en la forma de ser de su gato.
Recuerde siempre que al advertir algo fuera de lo normal, lo mejor es no esperar y consultar lo antes posible con su veterinario de confianza.
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