Las menciones sobre la influencia de la luna a la hora de plantar y cosechar aparecen incluso en los textos más antiguos que referencian la labor de cultivar. Se dice, por ejemplo, que durante una luna llena la savia fluye más fuerte y abundantemente en la planta, mientras que se vuelve más lenta y escasa cuando la luna entra en su fase menguante.
Existen dos hipótesis sobre cómo la luna influye en las plantas. La primera afirma que estas experimentan cambios porque el campo gravitatorio de la luna afecta el agua o la savia de las que circula dentro de ellas, de la misma manera que lo hace con las mareas. Esta es una idea bastante difundida, sin embargo, varios estudios la han refutado ya que el contenido de agua de las plantas, incluso en los árboles más grandes, es demasiado pequeño.
La segunda teoría afirma que la influencia de la luna en las plantas se debe a su luz, que tendría un efecto electromagnético que altera la tensión superficial del agua en los tejidos de las plantas. Aunque la luz de la luna es un reflejo de la del sol, es diferente, no solo porque tiene apenas el 15% de su intensidad, sino también porque su espectro tiende a ser un poco más infrarrojo. Esto la hace capaz de penetrar el suelo y afectar la germinación, el crecimiento, la nutrición y el comportamiento de las plantas.
Y si bien los científicos aún no se ponen de acuerdo en el por qué la luna afecta a las plantas, lo ideal es aprender como estas se comportan en cada fase lunar para que realices actividades como trasplantar y podar en el momento óptimo.
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Luna Nueva
La savia se mueve hacia abajo, concentrándose en las raíces. No hay luz lunar, por lo que la germinación de las semillas es mínima. El crecimiento de las plantas es escaso, casi nulo. Este es el momento perfecto para podar o deshierbar tus plantas, ya que no hay una alta concentración de savia en las ramas, las heridas causadas por la poda se recuperarán más rápido y hay menos riesgo de infección. Si tienes plantas enfermas, puedes podarlas, ya que estarán listas para recuperarse en la fase creciente.
Luna Creciente
La savia se mueve hacia arriba, desde las raíces hacia la parte superior de la planta, lo que promueve el crecimiento del follaje. La floración y maduración de las plantas pueden estimularse en esta fase. Hay una buena cantidad de luz de luna y el agua del suelo se mueve con mayor facilidad hacia las raíces. Por esta razón, esta fase lunar es perfecta para sembrar y germinar semillas. Puedes aprovechar esta fase para preparar el suelo, sembrar, cosechar e injertar. Evita fertilizar, podar y deshierbar.
Luna Llena
En esta fase, la savia fluye abundante y rápidamente desde las raíces hacia la parte superior de la planta. Esto tiene un impacto en el desarrollo, promoviendo el enraizamiento y el crecimiento de las raíces. Esta es una fase ideal para trasplantar, remover la tierra, realizar preparados de abono para fertilizar y cosechar. También se recomienda realizar el desmalezado.
Luna Menguante
La savia de la planta comienza a moverse hacia abajo. La planta absorbe más agua y nutrientes, esto la fortalece, incluso aunque no crezca mucho. Durante la luna menguante hay poca luz lunar, por lo que es el momento ideal para trasplantar, ya que las raíces crecerán vigorosamente. También es un tiempo especialmente bueno para plantar tubérculos, rizomas y bulbos. Si tienes hierbas no deseadas, aprovecha esta fase para arrancarlas.
Así que, cuando estés preparado para comenzar tu huerta en casa, no olvides tener en cuenta estas recomendaciones y apoyarte en las fases lunares para lograr que tu cultivo sea próspero y sostenible.