Como todos los años, el primero de octubre se da inicio a la temporada de ventas navideñas en el centro de Medellín. Para ello los empresarios y comerciantes se preparan desde el primer semestre para tener en sus bodegas y locales toda la mercancía necesaria para atender las necesidades de sus clientes, que llegan no solo de nuestra ciudad, sino también de otros municipios de Antioquia y de departamentos cercanos.
La situación no ha sido fácil para la economía de nuestro departamento en 2024, así lo demuestran las cifras que consolidan entidades como Fenalco que muestra preocupación en varios sectores económicos. De hecho, en su Bitácora Económica del mes pasado, al consultar a los empresarios, el 24% de los encuestados respondieron que sus volúmenes de ventas fueron más altos que los obtenidos en el mismo mes del año pasado, un 46% reportó ventas similares y el 30% registró descenso en las ventas.
Para el caso específico del centro de la ciudad, la situación no es distinta. Ya lo habíamos reportado en ediciones del primer semestre cómo algunas zonas de la comuna 10 tienen alta desocupación de locales comerciales, mientras que los inmuebles ocupados no alcanzan a igualar las ventas de períodos anteriores.
Y es que los comerciantes de todo el centro, especialmente del sector de Guayaquil y La Candelaria, ven cómo sigue creciendo la informalidad a pasos agigantados, con todo tipo de ventas, con poco control por parte de las autoridades y un dominio por parte de la ilegalidad. Esta situación, que se pensaba iba a verse disminuida con la nueva administración distrital, por el contrario, sigue en franco crecimiento.
Las asociaciones comerciales y cívicas del centro (entre ellas CORPOCENTRO), fuimos pioneras en la concepción de zonas seguras para la temporada navideña, las cuales fueron muy bien acogidas por parte de las autoridades en años anteriores para controlar el desorden que se presentaba en zonas estratégicas como Carabobo, Junín, Maturín, entre otras. Sin embargo, en 2024 la informalidad se adelantó a la autoridad y desde ya ha copado cualquier espacio disponible para el transeúnte y para los vehículos, situación que no se puede normalizar y que debe entrar a controlarse con miras a proteger el empleo formal que genera el comercio de la ciudad.
Es necesario, entonces, que la administración distrital acelere sus planes de gobernanza en el sector comercial para garantizar que la ciudadanía pueda acercarse con tranquilidad y seguridad al centro, que el comercio formal pueda llevar su actividad con normalidad y que en los tres últimos meses del año se recupere la economía que ha estado golpeada todo 2024.
Será también responsabilidad del nuevo comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá proveer el personal necesario para la implementación del Plan Navidad y que el centro pueda tener la seguridad y tranquilidad que todos deseamos, y que también dicha comandancia suministre el personal suficiente para acompañar a los funcionarios de espacio público que realizan una importante labor en nuestro territorio.