Por: Juan Moreno
A mediados del siglo pasado, las fiestas de renombre en Medellín eran amenizadas por orquestas con verdaderos maestros al frente: Lucho Bermúdez, Pacho Galán, Luis Uribe Bueno, Edmundo Arias, entre otros ilustres artistas, compositores, músicos y directores. Estos conjuntos se disputaban las principales reuniones sociales en clubes como el Unión y el Medellín y, por supuesto, en los ágapes del, por ese entonces, único hotel de cinco estrellas que había en la ciudad, el Nutibara, abierto desde 1945.
Porros, cumbias, gaitas y hasta pasodobles y boleros “hacían las delicias del público”, como anunciaban los locutores de antes. Con el paso del tiempo y la llegada de nuevas maneras de hacer música, con orquestas de pequeño formato, las big bands y las agrupaciones tropicales que pasaban de los veinte integrantes se hicieron más complicadas de manejar, logísticamente hablando. Fue así como el sonido de estos combos quedó inmortalizado en el acetato y verlas en vivo se tornó cada vez más complicado. Pasaron entonces a convertirse en recuerdos de padres y abuelos y en el sueño de los maestros que las integraron.
Renaciendo, gracias a los jóvenes.
Cuando Natalia Metrio estaba a punto de graduarse de su carrera de periodismo, en 2014, quiso hacer un proyecto de cine documental llamado “El Sueño del Maestro” reuniendo a los grandes músicos que quedaban de la época de las grandes orquestas y big bands para realizar un gran concierto que los hiciera revivir esa era gloriosa. Fue así como ubicó al pianista Juancho Vargas, al clarinetista y saxofonista Álvaro Rojas, al recordado cantante Frank Cortés y a León Cardona, director artístico de Sonolux, disquera que formó la inolvidable big band con el mismo nombre.
Luego de una reunión en otro ícono de la ciudad, el restaurante Versalles, este “Dream Team” de la música tropical unió conocimiento y ganas y volvieron a soñar con aquellos momentos cuando tocaban juntos en las orquestas de Lucho Bermúdez y la Sonolux. “El Maestro Juancho Vargas comenzó entonces la búsqueda de las orquestas establecidas para hacer realidad el proyecto y fue en el municipio de Caldas donde encontraron un grupo en formación de la escuela de música. Allá tenían una big band armada y el maestro Álvaro Rojas comenzó a trabajar con ellos desde cero, desde qué es un ensamble de big band hasta cómo sonar. Ese proceso tardó dos años de pacientes enseñanzas y ensayos hasta que la orquesta estuvo a punto para sonar en público, ya en 2016”, dice Natalia.
David Cano es trompetista, tiene 25 años y se siente orgulloso se tocar con la orquesta y sobre todo de recibir clases de semejantes estrellas. Desde 2016 está con la agrupación. “El Maestro Álvaro Rojas trabajó intensamente con nosotros hasta que encontró el sonido ideal, el que tenía la orquesta Sonolux. Debutamos el 23 de septiembre de 2016 en el Hotel Nutibara porque era un escenario típico donde tocaban esas orquestas. El Maestro Lucho Bermúdez tocó diez años allá y pensamos que debía ser en un espacio como ese. Describir ese momento es muy difícil. Tocamos con una leyenda de la música colombiana y la emoción de todos fue indescriptible. Los Maestros revivieron esos momentos de gloria”, cuenta emocionado.
A raíz de ese éxito decidieron continuar con el proyecto de “El Sueño del Maestro”. Lo de la retribución económica fue lo de menos, Natalia se puso al frente de la iniciativa mientras los músicos entraban y salían. Gracias a una convocatoria de la Alcaldía de Medellín obtuvieron una beca para la creación del documental, así como el apoyo de la Casa de la Cultura de Caldas y del propio Hotel Nutibara y las empresas de recursos técnicos como la iluminación y el sonido. Incluso, pese a la desaparición de los maestros Juancho Vargas y Frank Cortés, que, hasta último momento estuvieron impulsando la continuidad de la orquesta, el proyecto ha seguido con la dirección de Álvaro Rojas.
Se presentaron en la Noche Tropical de la Feria de Las Flores en 2017 y sintieron que ya estaban reconquistando ese público de antaño, y, por supuesto, las nuevas generaciones. Incluso, Julio Miranda, un saxofonista mexicano que cursa una maestría en músicas de América Latina y el Caribe en la Universidad de Antioquia, se interesó en el proyecto. “Yo no tenía ni idea de cómo sonaba la orquesta, pero me invitaron a hacer parte de ella y descubrí ciertas similitudes entre las músicas. Ha sido muy enriquecedor para mí, porque ya conocía algunas piezas de la música de Lucho Bermúdez como “Tolú” y “Fiesta de Negritos”, que yo tocaba en México. Hoy estoy en el corazón de la música colombiana y he aprendido cantidades del Maestro Álvaro Rojas, cada ensayo es una master class”, dice Julio.
El Sueño hoy
El Sueño del Maestro es una orquesta de diversos estilos: porros, cumbias, gaitas, merengues, boleros, jazz, merengues, pasodobles, y cada concierto es un recorrido por los grandes clásicos de estos ritmos. De hecho, el sábado primero de abril tendrán su próxima presentación en el Nutibara. En las redes sociales de la orquesta (El sueño del maestro) en Facebook, Instagram, Twitter y YouTube, se puede seguir su agenda. La idea es institucionalizar cada mes un baile en este lugar. “También tenemos otra idea, y es reabrir El Grill de Las Estrellas, aquí al lado del hotel, y presentar la orquesta como lo hacía antes, con el vestuario y el estilo de las orquestas. Queremos conservar la memoria de las grandes bandas y presentarnos siquiera una vez al mes”. Dice Natalia.
También, próximamente en las principales plataformas digitales estará el registro fonográfico de la orquesta, para ser escuchado, antojarse y asistir al espectáculo en vivo, para “mover el esqueleto”, como lo hicieron nuestros ancestros, bailando, al son que les tocaran.
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Excelente trabajo, les auguro mucho mas exitos