Por María Alejandra Aristizábal.
Actualmente, las mascotas se han convertido en elementos importantes de las familias y de nuestra sociedad en general. Con esta tendencia, surge la necesidad de aprender a cubrir los requerimientos no solo biológicos, sino también comportamentales y etológicos de los animales de compañía. Es común la creencia de que las mascotas tienen bienestar simplemente con brindarles agua, alimento y, en algunos casos, juego. Sin embargo, esto no puede estar más alejado de la realidad.
Los perros son animales que tienen necesidad de estimulación cognitiva y que necesitan ejercicio físico constante e interacción, no sólo con individuos de su misma especie, sino también con otras especies animales y con el ser humano.
Además de proporcionar una dieta adecuada y brindar agua fresca diariamente, la estimulación física es un elemento muy importante desde el punto de vista comportamental. Los perros requieren ejercicio físico diariamente, sin importar la raza o el tamaño de este. Ahora, el nivel de ejercicio sí varía dependiendo de la raza, el tamaño, la edad, el espacio disponible, e incluso posibles comorbilidades o enfermedades que tenga cada animal.
Se aconseja que los perros salgan entre una hora y una hora y media diariamente. No obstante, este tiempo no incluye momentos de juego. Cuando tenemos perros muy activos, es recomendable combinar tiempo de paseo con tiempo de juego para que lleguen a casa más tranquilos. No es normal que a los perros jóvenes no les guste caminar o que tengan niveles muy bajos de energía; usualmente se da por condiciones médicas, por lo cual en estos casos deben ser evaluados por un médico veterinario.
La estimulación mental es un aspecto a tener en cuenta en el bienestar animal. Es indispensable propiciar ambientes para explorar, juguetes interactivos, retos cognitivos y ejercicios de obediencia. La actividad mental es tan importante como la actividad física para evitar problemas de comportamiento y permitir que los animales liberen toda la energía acumulada. Existen muchas actividades que se pueden implementar, como juguetes interactivos que proponen juegos autónomos para el animal, botellas con comida congelada para que tengan que encontrar la manera de sacarla de allí, juegos de búsqueda y el uso de tapetes olfativos para que puedan explorar y usar sus sentidos.
También es imperativo que los perros tengan interacción no solo con sus tutores, sino también con otros animales de su misma especie. La interacción social les otorga a los perros la posibilidad de hacer conductas de juego, grooming y otras conductas sociales necesarias para su bienestar. El vínculo humano-animal es muy importante para los perros, ellos buscan constantemente la atención de sus tutores y es un vínculo beneficioso no solo para su desarrollo, sino también para las personas.
El bienestar animal busca entonces que estos seres puedan expresar el comportamiento característico de cada especie desde la etología, que tengan salud física y mental.
Pero entonces, ¿cómo sabemos si nuestra mascota tiene bienestar? Existen varias maneras de evaluar el confort de los animales de compañía. Los indicadores de bienestar animal muchas veces son comportamentales, como, por ejemplo, ronroneo en gatos y movimiento de la cola en perros. Es importante estar atento a conductas como lamido excesivo, persecución de la cola, agresividad, ladridos continuos sin causa aparente, y conductas de eliminación inadecuada donde el animal orina o defeca en lugares inadecuados.
El bienestar no solamente incluye aspectos comportamentales, sino también de salud. Adicionalmente, hay que ver el estado del pelaje, la condición corporal del animal, si están delgados o en sobrepeso, lesiones visibles en el cuerpo, si el animal siente dolor o no, y es fundamental realizar consultas anuales con el médico veterinario para evaluar la salud general del animal.
Teniendo en cuenta todo lo mencionado, toma relevancia entonces que los tutores de las mascotas tomen interés por su bienestar, que incluye aspectos físicos y comportamentales, que indaguen sobre las necesidades específicas de cada uno de sus animales y se hagan responsables de brindarles a sus mascotas una buena calidad de vida. Además, que los saquen a pasear, que se tomen el tiempo de jugar con ellos, que les brinden la estimulación cognitiva que ellos necesitan, que se mantengan en un peso saludable y que puedan expresar todos los comportamientos que se consideran naturales en un perro.
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