En Medellín la Navidad nunca pasa de largo, es muy esperada y sinónimo de fiesta y alegría; las noches de novena siempre están acompañadas por familia y villancicos. Cada diciembre, miles de ciudadanos entonan al unísono un melodioso “Tutaina tuturuma”, seguido de un “Pero mira como beben” o quizá un “Zagalillos del valle venir”.
Y aunque todos los conocen de cabo a rabo, cuántos saben realmente que significa la palabra Tutaina, o de dónde viene la historia de Noche de Paz. En esta edición navideña Centrópolis le cuenta qué hay detrás de algunos famosos villancicos.
La historia de los villancicos más populares
La palabra “villancico” viene del latín “villanus”, que significa “campesino” o “aldeano”. Este término se refería a canciones populares cantadas por las poblaciones rurales en las festividades; las cuales se distinguían de las más formales y litúrgicas de la iglesia.
Su origen se remonta al siglo XV en España, se popularizaron durante la edad media y para el siglo XVI comenzaron a asociarse con la Navidad y a ser interpretados durante esta época cada año. Casi todos hacen referencia al nacimiento de Jesús o el periodo de tiempo en torno a este acontecimiento.
Durante la época de La Conquista, y al igual que el resto de las tradiciones religiosas españolas, los villancicos se extendieron a América, siendo estos algunos de los que más se escuchan hoy en día en Colombia:
Tutaina
Aunque la melodía de este himno navideño no proviene de Colombia, sino que es traída de otro villancico español, su letra es en definitiva autóctona. La palabra “tutaina” proviene del quechua, y significa “fiesta” o “celebración”. En el contexto navideño, “tutaina” se refiere a la celebración de la novena de aguinaldos.
El villancico “Tutaina” se popularizó en Colombia en la década de 1950, gracias a la interpretación de la cantante colombiana Saida Ochoa. La interpretación de Ochoa es alegre y animada, y refleja la emoción de la Navidad.
Noche de paz
Durante diciembre, las estrofas de “Noche de paz” no se escuchan únicamente en los hogares colombianos, tampoco solo en los de habla hispana, este es uno de los villancicos más populares del mundo y ha sido traducido a decenas de idiomas.
Fue compuesto por el sacerdote austriaco Franz Xaver Gruber en 1818, y se basa en la letra de un poema escrito por su colega Joseph Mohr, quien le pidió ayuda a Gruber para musicalizarlo. ‘Stille Nacht’ es el nombre original de la tonada.
La canción se estrenó en la iglesia de San Nicolás en Oberndorf bei Salzburg, Austria, el 24 de diciembre de 1818. Fue un éxito inmediato, y se extendió rápidamente por todo el mundo, tomando fuerza durante la Primera Guerra Mundial.
Esto último se debe a que, el 24 de diciembre de 1914, las tropas combatientes empezaron a entonar los acordes de esta canción, dando paso a una tregua temporal en medio de aquel atroz conflicto que arrasó Europa.
Los peces en el río
Aunque su origen puntual es desconocido, se cree que fue compuesto en el siglo XVIII o XIX. La letra original fue en español, pero su autor se mantiene anónimo.
Proviene de España y su particular melodía ha llevado a pensar que tiene influencias árabes, pues la tonalidad de la canción es similar a la de las canciones árabes tradicionales. Además, la estructura de la composición del villancico también tiene similitudes este tipo de melodías.
La situación se puede explicar fácilmente al revisar la historia de la península ibérica. Durante la Edad Media, España estuvo bajo el dominio árabe por varios siglos; lo que llevó a una gran influencia cultural árabe en ese país, que se puede apreciar en la música, la arquitectura y otras manifestaciones artísticas.
“Los peces en el río” ha sido interpretado por muchos artistas, tanto en España como en Latinoamérica, y cada uno modifica sutilmente la letra a su antojo, por lo que no debe sorprenderse si escucha estrofas diferentes cuando esté en otros países.
Mi burrito sabanero
A diferencia de los demás, este villancico no viene de España, es mucho más latinoamericano que la mayoría. Fue compuesto por el músico venezolano Hugo Blanco en 1972 y desde entonces ha ganado reconocimiento y cariño entre todo el mundo hispanohablante.
Su historia no es misteriosa. Hugo Blanco escribió la canción mientras estaba de gira en Mérida, Venezuela, inspirado por la atmósfera navideña y la belleza de los paisajes de sabana venezolanos.
La canción ha sido interpretada por muchos artistas a lo largo de los años y se ha convertido en una parte integral de las celebraciones navideñas en América Latina. La combinación de la simplicidad de la historia, la melodía pegajosa y la expresión de alegría ha contribuido a su duradera popularidad.
Así pues, en esta Navidad, cuando esté frente al pesebre haciendo la novena, recuerde que los más famosos villancicos tienen una historia por contar.
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