El corazón de la ciudad tiene un nuevo combo: artistas gráficos, cineastas y músicos, que se han unido de manera espontánea para que ladrillos y cemento sean una pantalla de expresión política y estética.
Por: Víctor Vargas
#LaNuevaBandaDeLaTerraza. Así, con ese nombre que a muchos recuerda a una época cruda por aquel grupo criminal que violentó la ciudad en los años 90 (La terraza), un grupo de jóvenes creativos alteró la manera como se habitan las terrazas del centro de Medellín y de otros de sus barrios, para usarlos como plataformas de proyección de mensajes políticos, estéticos y culturales, que pese a su atributo efímero, está dejando reflexiones permanentes a la ciudad.
Todo comenzó en los primeros días de abril en una terraza de Laureles con el músico Sergio Parsons, líder de la banda Boom Alakrán; Felipe Tabares un investigador social y Laura Mora, realizadora audiovisual y cineasta; quienes querían ver Matar a Jesús (2018), cinta dirigida por Mora y además escuchar la música de Sergio.
Un viento fuerte alteró el ‘parche’ y tiró al traste los planes de los muchachos, pero les dio la oportunidad de ver cómo se proyectaban imágenes en un muro cercano a la terraza.
El videoartivismo como se ha denominado este tipo de proyecciones se realiza desde hace más de una década con algunos movimientos expresándose en edificios de ciudades de Rusia o Estados Unidos, y que tiene origen en el video mapping, proyecciones con carácter más estético y comercial que político.
“No creo que el nombre se haya discutido, creería que nació de facto con Sergio y a los otros nos pareció genial. Todo ha sido muy natural, fluido”, dice Juan Cañola, comunicador audiovisual y montajista de cine que luego de ser convidado, junto con Pablo Melguizo invitó a otros vecinos artistas del edificio Santa Clara, en el Parque de Bolívar, y empezaron a proyectar diversos mensajes a manera de protesta.
Hoy más de 40 integrantes participan de #LaNuevaBandaDeLaTerraza, “fue como un efecto dominó”, relata Cañola.
“Barbosa, Fiscal de Bolsillo”, “Amar la vida”, Cargar un fusil no es amor a la Patria”, “Nos están matando”, “En tiempos oscuros soñaremos con los ojos bien abiertos”, “Un gobierno al que no le importa un muerto más o un muerto menos”, son algunos de los mensajes que empezaron a brillar en el centro de la ciudad.
La Catedral Metropolitana, el Teatro Lido, las Torres de Bomboná, el edificio Coltejer, el mismo tranvía de Ayacucho han sido superficies para romper no solo la monotonía del confinamiento de la cuarentena, sino que también, afirman, es una respuesta a una pandemia que también silenció la protesta social encendida desde finales de 2019 y que la llegada del virus puso en suspenso hasta hace unos días cuando volvió a presentarse a raíz de la muerte del abogado Javier Ordóñez en Bogotá.
Los mensajes surgen espontáneamente y cada grupo es autónomo con sus propuestas estéticas o políticas. Sin embargo, un grupo de WhatsApp recoge las propuestas que se proyectan también considerando el tipo de muro o fachada en el que se va a proyectar el mensaje: el tipo de letra, el proyector, si es vídeo, si hay árboles, en fin, las consideraciones técnicas, para que la acción sea más viable y eficaz.
Lo que sí es un denominador común para quienes integran #LaNuevaBandaDeLaTerraza es la realidad que vive el país y que para Cañola es una motivación para proyectar y, en este caso, el centro se constituye en un lugar que inspira y estimula la creatividad de artistas locales, tanto para su quehacer habitual como para las proyecciones.
“Como pueblo no podemos permitir que nos quiten los muros. Estos hacen parte de un grito social”, dice el comunicador audiovisual quien destaca que el confinamiento del país no ocultó la crítica situación social y de orden público que vive Colombia.
“Son mensajes de reivindicación política, algunos con mucha rabia, que demuestran el descontento por lo que está sucediendo. Creemos que los asuntos están peor desde las primeras proyecciones (abril) y de seguro continuaremos”.
Sobre si considera que las proyecciones son una manera no invasiva de protestar, de manifestarse, Cañola expresa que los mensajes pueden ser poderosos y ser valorados por otras personas incluso como una expresión violenta.
“Los mensajes pueden incomodar, cualquiera puede tomarlo como algo violento. Pero creo que una pintada en un muro o una proyección son cosas muy pequeñas frente a lo que pasa en este país”, recalca.
Las proyecciones de #LaNuevaBandaDeLaTerraza además de contenido político o social, también tienen espacio para mensajes inspiradores o incluso para dar cabida al cartelismo, expresión artística surgida de los carteles publicitarios europeos de finales del siglo XIX.
Si bien las proyecciones como manifestación estética y política no son nuevas y a nivel nacional otros colectivos como Streedente y Toquica Estudio en Bogotá, son pioneros en el país de esta expresión cultural; #LaNuevaBandaDeLaTerraza ha irrumpido en la escena de Medellín y del centro, posiblemente con la conciencia que los mensajes por sí solos no podrán cambiar el rumbo de la sociedad, pero claros también en que el silencio o la indiferencia no son una opción.
“Las proyecciones son un grito social que finalmente puede terminar siendo solo un susurro, es posible que no cambiemos el mundo con esto, pero hace parte de la imposibilidad de manifestarnos en las calles”, dice Cañola.
Las proyecciones son efímeras, pero al ser registradas por la fotografía y difundidas en redes sociales, amplían su permanencia y el alcance de su mensaje. En Instagram su cifra de seguidores asciende a más de 9 mil y tienen más de 200 publicaciones que siguen replicándose y perpetuándose en la web.