El centro de la ciudad de Medellín es un territorio con gran vitalidad y actividad de lunes a sábado, por el que, previo a la pandemia, pasaban diariamente entre un millón doscientas mil y un millón trescientas mil personas de todo el valle de aburrá y demás municipios antioqueños, entendiendo que este no es solo el centro de la capital sino, en general, de todas las regiones del departamento.
Por la diversidad de sus zonas, este territorio tiene vida diurna y vida nocturna. Si bien la vida diurna se da especialmente de la Avenida Oriental hacia el occidente, en barrios como Guayaquil, Calle Nueva, Sagrado Corazón, San Benito, por mencionar algunos de ellos; la vida nocturna tiene lugar en la parte oriental de esta comuna, sobre todo en los barrios Boston, Bomboná y La Candelaria.
Sin embargo, el centro de la ciudad es otro totalmente distinto los domingos. Prácticamente todo el comercio permanece cerrado, la actividad cultural y social se reduce en gran proporción y las calles toman un aire de tranquilidad y de soledad, que incluso impresiona a quienes a diario transitan por este territorio.
Si bien las afectaciones económicas que la pandemia del coronavirus ha empezado a dejar en la vida económica de la comuna 10 son hasta ahora incalculables, esta situación también ha sido la oportunidad para generar nuevas ideas y proyectos que beneficien a miles de familias, empresarios y comerciantes que se la siguen jugando por sobrevivir a la crisis, en una comuna que congrega más de 20 mil unidades productivas formales y una cantidad casi similar de ventas informales en el espacio público.
Resaltamos un proyecto que ha empezado a tomar fuerza dentro del empresariado del centro y que ha abanderado la gerente del Centro Comercial Gran Plaza, Janet Zuleta, y que acompañamos con entusiasmo desde CORPOCENTRO y el Periódico Centrópolis.
Este consiste en activar todo el centro de Medellín los domingos. Que el comercio, los restaurantes, centros culturales, bibliotecas, museos, por mencionar solo algunas actividades, abran sus puertas y reciban a sus visitantes. Sería una idea maravillosa que se pudiera “dominguear” en el centro, salir de compras, almorzar, tardear, ir a una obra de teatro. Así lo hacen grandes e importantes ciudades en todo el mundo y Medellín no debería ser la excepción.
Esta iniciativa ya ha sido compartida con la gerencia del centro, que la ha visto con muy buenos ojos y que estamos seguros, que de lograr articulación, en un par de meses podrá ponerse en funcionamiento. Este no sería solo un logro del sector privado, también podría serlo de la administración del alcalde Daniel Quintero, quien desde que era candidato ha demostrado un especial interés por el centro.
El proyecto busca encontrar más aliados desde todos los sectores, que acompañen este cometido para que pronto sea una realidad.