Con más de tres mil vendedores informales impactados, la estrategia pretende promover el autocuidado y el sentido de corresponsabilidad en el manejo de protocolos de bioseguridad.
Con la reactivación económica posterior a la segunda cuarentena estricta en el centro de Medellín, también han vuelto sus dinámicas particulares: ventas informales y otros usos del espacio público que en tiempos de pandemia pueden significar peligrosas aglomeraciones o deficiencia en el cumplimiento del mínimo de los bioprotocolos exigido por las autoridades.
Pensando en esta situación, equipos articulados de la Secretaría de Seguridad y Convivencia, a través de la Subsecretaría de Espacio Público de la Alcaldía de Medellín han llevado a cabo diversas jornadas de pedagogía, sensibilización, regulación y control sobre el cumplimiento del protocolo de bioseguridad entre los comerciantes formales e informales, a quienes también se les ha exigido cumplir con estas medidas con la intención de facilitar el cuidado de sí mismos y la población que habita y recorre La Candelaria.
A la fecha, se han realizado 3.840 sensibilizaciones entre los vendedores no regulados y 79 entre los que han realizado el proceso de regulación con el apoyo de la Subsecretaría de Espacio Público. En estas brigadas, los funcionarios realizan la caracterización de cada uno de los vendedores y verifican el cumplimiento de la norma, la prevención que deben tener en las calles y la oferta institucional a la que pueden acceder.
Además, se adelanta una estrategia articulada con las autoridades como parte de la campaña “Estado de Cuidado Total”. Esto, con la intención de mantener un constante trabajo con esta población que les permita tener corresponsabilidad en el manejo del protocolo de autocuidado, lo que evitará así un nuevo cierre en el centro de Medellín.
“El centro de Medellín es una zona de intervención integral, donde tenemos puestos de control y zonas de atención ciudadana. Allí, de manera articulada entre la Alcaldía y otras autoridades, y con una muy buena disposición de la Gerencia del Centro, adelantamos un plan de atención e intervención estratégica muy importante”, dijo el subsecretario de Espacio Público de la Secretaría de Seguridad y Convivencia, Yomar Benítez.
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Al respecto, Jorge Mario Puerta Soto, director ejecutivo de Corpocentro, expresó que estas actividades son necesarias y también se requieren otras acciones contundentes de autoridad cuando se trata de ocupación indebida del espacio público por parte de personas que no son población vulnerable. “También es importante hacer control al ruido generado por los megáfonos de las carretillas, a las ventas semiestacionarias que no deberían permanecer en la noche en las calles, sino que tendrían que guardarse en estacionamientos. Consideramos desde la entidad que las actividades pedagógicas son esenciales, pero deben ir acompañas de otras estrategias”, enfatizó.
Por su parte, Janeth Zuleta, directora de Asoguayaquil agregó que desde la entidad celebran la realización de estas campañas, sin embargo, le preocupa la venta de alimentos en el espacio público. “Mientras que más de el 90% del sector gastronómico formal permanece cerrado, los vendedores de comidas en la calle siguen laborando y preparando alimentos en estos espacios sin que se tengan medidas de bioseguridad certificadas o avaladas por las autoridades competentes. De todas formas, considero que se tienen que seguir llevando a cabo campañas sensibilización acompañadas de otras labores un poco más coercitivas y enfocadas en un control en el que por un lado se enseña y se acompaña, pero también se sanciona cuando no se cumplen las normas”, agregó la directiva.