Acaba de celebrar su cuarta década y hoy nos recuerda a todos cómo y por qué se ha mantenido como un punto de encuentro insignia dentro del centro de Medellín.
Por: Valentina Castaño
La historia de Camino Real comienza cuarenta años atrás, en una casona de familia ubicada sobre la recién inaugurada avenida Oriental, entre la calle Maracaibo y la avenida La Playa. La finca tenía un nombre imponente: La Hacienda Real. Sin embargo, ni siquiera este pudo preparar a la edificación, y a sus dueños, para la expansión comercial que estaba sucediendo a sus alrededores.
Y es que, en la década del 70, la ciudad realmente estaba cambiando. Parecía que finalmente Medellín había mutado de pequeña comunidad tradicional a moderna urbe industrial. El característico espíritu mercantil de sus habitantes la estaban posicionando como el centro de la industria textil del país, y ahora tenía al edificio Coltejer para hacer alarde de esto por lo alto, así como una nueva autopista de cuatro carriles que dividió en dos su centro.
El acelerado crecimiento demográfico de la capital antioqueña tuvo como resultado cambios que se evidenciaron no sólo en sus estructuras culturales, sociales y hasta físicas, sino también en sus dinámicas comerciales. Aunque la ciudad se le adelantó al resto del país cuando inauguró su primer centro comercial, la ubicación de este lo relegaba a la periferia del centro, alejado del que ya era para entonces el punto de inflexión del mercado en el territorio. Al corazón de Medellín aún le faltaba un espacio para el comercio que complementara sus ya populares pasajes y galerías.
Así pues, evidenciando la necesidad de abrir en la zona centro uno de estos lugares donde se reunía cultura, comercio y entretenimiento, el 11 de octubre de 1977, AIA, CONCONCRETO con otros 6 reconocidos inversionistas y comerciantes, constituyen en la notaría 11, una sociedad de responsabilidad ltda para la construcción de un gran centro comercial. Así, Camino Real se erigiría en el que era el terreno de La Hacienda Real, entre Sucre, Maracaibo, La Oriental y La Playa. Su diseño estuvo a cargo del reconocido arquitecto Carlos Alberto Ceballos, quien concibió una gran estructura de concreto y ladrillo con una sutil inspiración colonial, que dejó el sabor de lo antiguo sin romper con el diseño moderno.
Las puertas se abrieron dos años más tarde, el 19 de octubre de 1979. La ubicación fue privilegiada desde su apertura, pues los corredores de Junín y Sucre, vecinos del centro comercial, eran los principales corredores mercantiles de la ciudad y atraían a todo tipo de personajes ilustres ofertando las mejores marcas del momento. Esta clientela se iría apropiando de Camino Real, volviéndolo un destino muy frecuentado.
Aunque su caracterización como punto de encuentro oficial en el centro ocurriría más tarde, en 1985, cuando se instaló en el ingreso por la portería de la Oriental, un reloj mecánico que terminó por convertirse en un ícono que despertaba un sentimiento de familiaridad e identificación entre los ciudadanos de la Eterna Primavera.
Hoy, casi medio siglo más tarde, Camino Real permanece más vigente que nunca, siendo aún reconocido como un punto de encuentro seguro dentro de las convulsiones del agitado centro de Medellín. ¿Cómo se logra que un proyecto pionero se mantenga tan fuerte a través de los años?
Un oasis sobre La Oriental
Es un sábado por la tarde en el centro histórico de Medellín, en la plazoleta central de Camino Real unas jóvenes modelos recorren elegantes la tarima que se ha instalado para su desfile. Los espectadores a ambos lados de la pasarela, en su mayoría familias con niños pequeños, miran atentos entre felicidad y orgullo, y en los balcones del edificio, desde donde también se puede apreciar a las modelos, más personas llegan atraídas por la conmoción y se quedan embelesados por el caminar rítmico de las chicas y sus llamativos trajes de baño. Esta agraciada presentación es una más de la larga lista de eventos programados por Camino Real en el marco de la celebración de sus cuarenta años. Comenzaron desde el inicio del 2019 y se extendieron hasta la fecha oficial de su cumpleaños, el 19 de octubre. Sin embargo, las actividades divertidas y familiares siempre están presentes en centro comercial.
Bien sea que se acceda por su entrada principal sobre la avenida Oriental, o por su entrada posterior ubicada en la carrera Sucre, Camino Real produce una inmediata sensación de seguridad y calma. Las aceras congestionadas y el calor del medio día son relegados al exterior del recinto, donde también se queda el afán.
No es casualidad, detrás de sus fuertes y acertadas políticas para la tranquilidad del usuario, se encuentra un equipo administrativo encargado en todo momento de velar por la misión de ser mucho más que otro pasaje comercial. Desde 1981 la junta ha tenido once presidentes y cinco entusiastas administradoras o gerentes: María Patricia Echavarría, Gilma Vargas, Marta Lucía Londoño, Sandra Marcela Giraldo y actualmente Beatriz Elena Castaño Ramírez. Hoy, de la mano de esta administración, y comprometidos de manera incansable con Camino Real, cinco comerciantes y sus suplentes lideran las últimas transformaciones.
“Que Camino Real sea un oasis en el centro de la ciudad tiene su razón de ser, cuando se entra al centro comercial las personas llegan a un sitio de tranquilidad muy agradable, se sienten cuidados, bien atendidos y seguros. Para lograr esto la administración hace inversiones muy significativas, buscando siempre conservar un espacio amable para los clientes y sus familias”, expresa Beatriz Castaño.
Así pues, conservando en mente a esta clientela, hoy Camino Real busca ir más allá del comercio y fomentar el desarrollo de experiencias que puedan ser vividas y recordadas por sus visitantes. De esta manera, por medio de actividades gratuitas todas las semanas: yoga, baile, rumba aeróbicos, manualidades para niños, eucaristías y eventos de gran formato, como la pista de hielo de 70 m² que llega en las navidades, se mantiene con vida a la plazoleta principal, conocida como ‘Plazoleta de experiencias’.
En cuanto al área comercial, Camino Real cuenta con 132 locales, en los que funcionan 96 establecimientos: Bancolombia, Movistar, Protección y el gimnasio Bodytech y muchos más, componen una excelente mezcla de servicios en el interior de un complejo cuyo arduo trabajo por mantenerse moderno y estar en constante actualización se nota en cada baldosa. La reciente ampliación de la completa terraza de comidas, el cambio de pisos y pasamanos, la instalación de fachadas y escaleras eléctricas y el cambio total de la antigua iluminación fluorescente por tecnología Led de alto ahorro, han conseguido en los últimos años que la evolución del centro comercial sea evidente y gratificante para todos.
Camino Real definitivamente representa el corazón vivo del centro, cuando se le mira en las alegrías y los recuerdos que dejan allí, no solo sus clientes, sino también las cerca de 450 personas que han hecho de este su lugar de trabajo. Ejemplo de esto son las marcas que se han mantenido a través del tiempo como Chalis y Bon-Bonite, presentes en el centro comercial desde su fundación; así como Escape, Vibraciones, Nueve Lunas, Vamos y Goysa, que han estado allí entre 35 y 37 años continuos.
Por un futuro más verde
Lejos de frenar su política de progreso y adaptación, la administración del centro comercial ha entendido las nuevas necesidades de la ciudad y de la sociedad en general. Con el objetivo de continuar apoyando sueños, permitiendo encuentros, sacando sonrisas, y enamorando a los medellinenses de este pedacito de ciudad, Camino Real opta por proyectarse a futuro como una empresa cada vez más sostenible y amigable con el ambiente, reconociendo la inminente necesidad contemporánea de cuidar nuestro planeta en riesgo. El cambio de la iluminación y la próxima instalación de vegetación y jardines internos, dan cuenta de este proceso.
Asimismo, sin poder ignorar la realidad a su alrededor, representada por un centro histórico rico en fauna urbana, y sabiéndose incapaces de evolucionar sin entender la conexión de la empresa con el espacio, el centro comercial trabaja y trabajará por vincularse de manera asertiva con su entorno, tratando siempre de aportar a la construcción de ese centro con el que, desde hace un tiempo, muchos han vuelto a soñar.
En cuanto a sus comerciantes, el ambiente de trabajo idóneo para estos se ha perpetuado y así busca mantenerse, queriendo que los negocios que por tantos años le han dado color, movimiento y han sido de alguna manera el alma de esta infraestructura, sigan encontrando en el centro comercial un punto clave para hacer crecer su economía.
Finalmente, entendiendo a los clientes como parte principal, para Camino Real es de vital importancia que éstos puedan estar siempre informados y conozcan todo sobre la nutrida programación que les ofrece, la cual varía desde sorteos y temporadas de promociones, hasta actividades gratuitas y eventos especiales. En esta línea, actualmente se está produciendo una nueva página web de fácil navegación, donde también se podrán registrar las facturas de forma digital. Por ahora, para mantenerse enterado de las novedades, basta con seguir al centro comercial en sus diferentes redes sociales:
1. Facebook: Camino Real
2. Instagram: caminorealcc
3. Youtube: Camino Real Centro Comercial
O, si se prefiere, dirigirse directamente a la oficina de información de Camino Real, ubicada en la entrada de la avenida Oriental. De cualquier forma, la invitación permanente es a acercarse y convertirse en parte de los sueños que se viven en el corazón del centro de Medellín.