Aunque la idea de la Secretaría de Movilidad con respecto al cambio de sentido en algunas vías del centro era mejorar el tráfico, la indisciplina social no permite ver mejoras.
Por: Valentina Castaño.
Con el objetivo de mejorar el tránsito en el centro de la ciudad, desde el 25 de enero pasado la secretaría de Movilidad cambió la dirección de circulación de la calzada oriental de la carrera 51, Bolívar, desde San Juan hasta la avenida Las Vegas, dejando todos los carriles en dirección al sur.
Aunque según la Alcaldía de Medellín, la decisión se tomó después de un estudio técnico donde se analizaron diferentes escenarios en el centro, a simple vista los resultados no parecen ser favorables.
Las primeras semanas el principal problema fue la confusión de los conductores por el cambio repentino: “Era un caos, la gente se metía en contravía a cada rato. Ahora ha habido mucha más intervención del tránsito”, cuenta Elisa Mejía, empleada de un negocio a un costado de la Estación Exposiciones del Metro.
Pero hoy, a casi dos meses de haberse realizado el cambio, es imposible ignorar que el parqueo indebido ha aumentado sobre la concurrida vía, donde incluso varios talleres automovilísticos se toman el espacio para hacer reparaciones a los carros de sus clientes.
Ante esto, Jaime Arturo David, supervisor de tránsito de Medellín, le contó a CENTRÓPOLIS “Estamos realizando control de la carrera Bolívar, desde la calle 44 hasta la 32, en ambos costados. El cargue y descargue allí se realiza solo hasta las 11 a.m. y el control por estacionamiento se hace continuamente todo día. A los conductores les sugerimos que utilicen los parqueaderos aledaños al sector porque la multa por parqueo indebido es de 15 salarios mínimos diarios y la inmovilización del vehículo si el dueño no está presente”.
Entre el 25 de enero y el 28 de febrero se impusieron 62 comparendos por mal estacionamiento en Bolívar, pero las sanciones no están generando cambios significativos en las dinámicas del sector, o quizá sí, pero solo para algunos.
María Castaño, vendedora de jugos de naranja, tenía buena clientela en el costado oriental de la Estación Exposiciones, donde se tomaban los buses hacia Las Palmas. Con el cambio de sentido, el transporte no para en el mismo lugar y los clientes de María desaparecieron, obligándola a desplazarse de su puesto en búsqueda de compradores.
Junto con este proyecto, la Secretaría de Movilidad también habilitó paraderos de buses en la calzada oriental de Bolívar, actualizó algunas rutas e informó que el tránsito hacia el norte de la ciudad se podía hacer ahora por la carrera 52, Carabobo, o la carrera 50, Palacé, actualmente habilitadas en esta dirección. Sin embargo, la opinión de la ciudadanía es que ahora estas dos calles son mucho más congestionadas.
“El taco no mejoró sobre Bolívar, pero sí empeoró en Carabobo y Palacé. Los carriles al sur siguen siendo los mismos, porque como la gente vio más espacio entonces se parquean más frescos en los laterales. Fue una bendición para los mecánicos, que ahora tienen ese espacio ahí, pero a muchos comerciantes nos redujo las ventas”, concluye Sergio Vásquez, administrador de una cafetería a tres cuadras de la Estación Exposiciones del Metro