Ante el desmedido crecimiento de los cánones de arrendamiento en sectores como El Poblado y Laureles, debido a la alta demanda de vivienda para alquiler, que según fuentes consultadas, han llegado a subir hasta el 20%. El temor es que vivir en el centro, que tradicionalmente ha sido más económico, se encarezca y empiece a ser parte de esa especie de burbuja inmobiliaria que vive la ciudad.
Según cifras de la Alcaldía de Medellín, en la ciudad hay establecidas 886.293 viviendas, 30.676 de ellas ubicadas en los 17 barrios de la Comuna 10, La Candelaria. En esas residencias habitan 85.783 personas, es decir, hay 2.8 habitantes por cada hogar (sin contar inquilinatos, ocupados a partir de 2020 como consecuencia de la migración venezolana y la pandemia). El 48% de esas 30 mil viviendas se encuentran bajo la modalidad de arriendo mientras el 41% son propias. Un menor porcentaje lo marcan las viviendas que se están pagando a una corporación financiera (5%), las que están en usufructo (5%) y las ocupadas de hecho (1%).
¿Podría inflarse la burbuja en el centro?
A comienzos de este año, empezó a notarse un incremento desmedido en el precio de la vivienda en Medellín, sobre todo en los arriendos y muy especialmente en sectores de clase media y alta como las comunas 14 (El Poblado) y 11 (Laureles – Estadio). Los factores de estas alzas van, desde la contracción en la venta de vivienda nueva, escasez de nuevos proyectos y el incremento en los costos de construcción, hasta la especulación en el alquiler de casas y apartamentos por la devaluación del peso. “Los turistas o los llamados nómadas digitales, que vienen a pasar temporadas de varias semanas y hasta meses en la ciudad, llegan con sus poderosos dólares de casi cinco mil pesos a alquilar apartamentos en plataformas como Airbnb, y como todo les parece tan barato, se pueden pedir hasta cinco millones mensuales por un apartaestudio de 60 metros cuadrados sin ningún problema”, dice una fuente consultada y que tiene varios apartamentos en Airbnb.
Este fenómeno ha dificultado la búsqueda de vivienda en alquiler en esas zonas por parte de los usuarios oriundos de la ciudad, quienes se encuentran con tarifas impagables, lo cual, ha motivado que prefieran buscar en lugares cercanos a El Poblado, pero que hacen parte ya de la comuna 10, como San Diego y Las Palmas.
Pero, ¿se han incrementado los precios en el centro?. Federico Estrada García, Gerente de La Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia cuenta que “Encontramos que en el centro de Medellín, en lo corrido de este año, la oferta de vivienda para venta ha tenido un crecimiento del inventario de un 27%. Entre tanto, para el mercado de arrendamientos el caso es contrario, hemos visto una contracción del 21% en la oferta de vivienda en alquiler, lo anterior, por la menor construcción de vivienda en el centro, teniendo en cuenta que, de esta, entre 18 al 23% de las viviendas que se construyen son para arrendar.
Cabe destacar que, en el centro, existe una amplia oferta de habitaciones en alquiler. Aparte de los inquilinatos, donde la Comuna 10 es líder de esta modalidad, están los cuartos que se alquilan a empleados o estudiantes, sobre todo en los apartamentos amplios en donde vive una persona sola o una familia pequeña. “Vivo solo en un apartamento de 200 metros cuadrados, así que independicé dos de las habitaciones para que tuvieran servicios sanitarios propios y las alquilé a un par de personas conocidas y referenciadas a un precio módico que no supera los 500 mil pesos mensuales, servicios e internet incluidos”, dice Diego Ramírez, propietario de un apartamento en las inmediaciones del Parque de Bolívar.
Consultado sobre sí se ha notado un crecimiento anormal en la oferta y demanda por venta o alquiler de residencias en el centro, Federico Estrada comenta que no se ha visto una diferencia apreciable, y sobre el aumento en los cánones, cuenta: “Durante el comienzo de este 2023 hemos visto crecimientos de los cánones de arrendamiento de vivienda en un promedio del 19%, que corresponde a los incrementos en los cánones de alquiler de los inmuebles que estaban desocupados en 2022, se ocuparon, y este año quedaron nuevamente vacantes. En general, estos crecimientos de los cánones van en línea con todo el proceso inflacionario que ha vivido nuestro país desde el año pasado y que ha implicado el aumento de precio de prácticamente la totalidad de los bienes y servicios que se ofrecen en nuestro país”.
Así las cosas, en el centro de Medellín aun no se nota el aumento desmedido que se está apreciando en las ofertas de arrendamiento para vivienda en El Poblado y Laureles, pero si la falta de unidades disponibles continúa, las zonas aledañas, sobre todo a El Poblado, como San Diego y Las Palmas, podrían sufrir este fenómeno en el mediano plazo debido a la destinación de este tipo de residencias, que ya no solo son de larga estadía, sino por meses, semanas y hasta por días, como se hace en plataformas tipo Airbnb. “En lo corrido del año hemos encontrado que, del total de vivienda en oferta en el centro de Medellín, un 29% está disponible para alquiler y el 71% restante está disponible para venta. Hace cinco años la proporción era bastante diferente: un 66% correspondía a vivienda en alquiler y el restante porcentaje estaba disponible para venta. Sin embargo, como indicamos anteriormente, la menor culminación de vivienda que hemos registrado en los últimos tres años, ha hecho que estas proporciones se inviertan de manera tan notoria”, concluye Estrada García.
Texto por Juan Moreno
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