La alcaldía propuso a los comerciantes de la comuna 10 adecuar baños gratuitos o subsidiados, pero la idea tiene más peros que puntos a favor.
Por Valentina Herrera
En el Consejo de Gobierno adelantado por la alcaldía de Medellín el pasado 7 de febrero, la gerente del Centro, Mónica Pabón, dio a conocer que, junto a los comerciantes de la comuna 10, La Candelaria, estudiaban una propuesta para atender una de las problemáticas más complejas de la zona: los baños públicos.
Puntualmente, la idea plantea implementar concesiones con privados para que estos habiliten o administren los baños en diferentes sectores según las necesidades.
“Se trata de entregar los espacios a comerciantes y empresarios, con el fin de resolver este problema en el espacio público (…) Lo que se ha conversado es que también se pueda subsidiar, que algunas personas que necesiten el servicio paguen y otras no, como es el caso de los habitantes de calle”, dijo en ese momento Pabón.
El argumento principal mencionado por la funcionaria fueron los altos costos y dificultades para el mantenimiento requerido para estos espacios, que incluso alcanzaban montos cercanos a los $600 millones.
A esta propuesta, que se da en el marco de mejorar las condiciones de los espacios públicos y el mobiliario urbano, también se sumó la Agencia APP de Medellín que ya evalúa tres posibles alianzas con privados para el tema de baños públicos, el Arena Medellín y paraderos de buses.
Pero, ¿qué ha pasado desde ese momento? La propuesta sigue en análisis y conversaciones, y aunque no se ha descartado la idea, tampoco ha sido muy bien recibida en su totalidad.
Daniel Manzano, vocero de Asoguayaquil, contó que han tenido varias reuniones con la gerencia y los comerciantes del centro, en especial los de la Plaza de Cisneros, para conocer los detalles.
“Hemos planteado, por ejemplo, sectores como los edificios de San Antonio, donde está la EDU, o replicar los módulos que hay en los bajos del metro, que hoy son referentes. Sin embargo, no vemos mucha vacancia comercial como para adecuar un espacio y los propietarios aún no están muy convencidos de ofrecer los suyos de manera gratuita por los antecedentes”, contó Manzano.
Y es que si bien hay una disposición para apoyar desde este aspecto a la población que más lo necesita, como son los habitantes de calle o los venteros ambulantes, casos como el ocurrido con el baño de la biblioteca EPM hacen que esta propuesta sea más complicada de ejecutar.
“Era un baño muy útil para quienes recorren día a día la Plaza de Cisneros, pero por el mal uso lo tuvieron que cerrar y luego de hablar con la Fundación EPM, se logró que para marzo se habilitará de nuevo, pero todo dependerá de cómo sea el comportamiento”, dijo Manzano.
Entre lo que se ha planteado en esos diálogos, es que los baños privados existentes bajen sus costos o que tengan tarifas diferenciales, como es el caso de los instalados en alrededores del centro comercial Villanueva, cuya entrada cuesta $300 pero también se les permite la entrada gratuita a quienes no tengan el dinero.
Por eso, insistió el vocero, la propuesta debe ser mucho más estudiada para que haya confianza por parte de los comerciantes y también se cumpla el propósito principal de mantener una oferta para un servicio esencial y así garantizar la limpieza del espacio público.
“Y mientras eso se debate y se construye, lo que sí le pedimos a la alcaldía es que abra de nuevo las baterías que tiene en la Plaza de Cisneros o Parque de las Luces, pues sabemos que es un lugar donde cada noche duermen hasta 45 personas y ellos, más los visitantes, los necesitan; no todos pueden pagar”, manifestó Manzano.
Ahora, hay que tener en cuenta que según el Código Nacional de Convivencia, es obligatorio prestar los baños en espacios públicos, pues se trata de una necesidad casi que esencial, pero pese a eso no todos lo hacen.
“Es que son más las veces en que se aprovechan de que uno presta el espacio para hacer daños o usarlo mal, por eso uno empieza a cobrar un monto que incluso termina siendo destinado para su misma limpieza. Ahora, sobre la propuesta de la alcaldía, no le veo mucha forma aún, pues todos sabemos que, lastimosamente, está el riesgo del consumo de drogas y eso afectaría nuestras ventas”, comentó Jorge Cardona, qué trabaja en el pasaje Carabobo.
Por su parte, Albeiro Mosquera, vendedor ambulante que suele recorrer las inmediaciones de la Plaza Cisneros, reconoció que el mal comportamiento de otras personas ha sido el problema, pero insistió en que es una necesidad tener espacios gratuitos para cualquiera que lo necesite.
“Uno ve que hacen campañas para que vengan más turistas, mejoran los edificios que son antiguos y hacen obras como parques o ciclovías, pero están dejando atrás algo tan básico como son los baños, algo que cualquier persona necesita, y más quienes permanecemos acá la mayor parte del día”, aseveró Mosquera.
Centrópolis contactó de nuevo a la gerencia del Centro para actualizar la información sobre esta propuesta, sin embargo, dirigieron la solicitud a la subsecretaría de espacio público y de esta dependencia solo respondieron que la propuesta sigue en evaluación.