Por Valentina Castaño
El pasado 1 de agosto, Corpocentro, Fenalco, Asoguayaquil y la Veeduría Todos por Medellín, realizaron un recorrido por las calles del centro para hacer un análisis de la situación de la población habitante de calle en la Comuna 10, esto con el fin de tener bases sólidas para exponer la problemática y posibles soluciones a los futuros dirigentes de la ciudad.
“Hoy estamos haciendo un recorrido por el centro de nuestra ciudad, mostrando y mirando uno a uno los espacios que nos parecen críticos y de suma importancia para mejorar este territorio tan importante que es el corazón de Medellín”, expresó María José Bernal, directora ejecutiva de Fenalco.
El recorrido empezó en el Parque de las Luces, el mismo al que actualmente le faltan las mangueras led que en un principio iluminaban las 300 columnas y que le dieron su nombre a este lugar. Según el director de Asoguayaquil, Daniel Manzano, allí diariamente pernoctan cerca de 40 personas que, por falta de mejores opciones, tienden a usar los jardines de este espacio como inodoro.
“Conseguimos que instalaran dos cabinas de baño portátiles, sin embargo, y aunque deberían estar funcionando desde las 8 de la mañana, abren casi a las 10 y a las 5 de la tarde dejan de funcionar. También logramos que EPM habilitara el sótano de su biblioteca, donde los habitantes de calle pueden al menos hacer sus necesidades y lavarse manos y cara, pero definitivamente la opción que más se les facilita son las jardineras del parque”, comentó Manzano.
Pese a que los malos olores están por todo el sitio, el director de Asoguayaquil destacó como, de la mano de CORPOCENTRO, se logró concientizar a los negocios aledaños en cuanto a la necesidad de solo sacar la basura en el horario indicado, es decir, justo cuando el camión de Emvarias va a pasar. Así se ha logrado evitar que los habitantes de calle se tomen una zona del parque para regar aquellos desperdicios en busca de reciclaje, como sucedía anteriormente.
Sí hay opciones
Al continuar la caminata por la tradicional vía conocida como La Alhambra el panorama cambia a uno mucho más esperanzador. Un lugar que se identificaba por el caos, el microtráfico, parqueo ilegal, cargue y descargue desordenado, y demás problemas; hoy es una calle peatonal llena de vida.
La Alhambra es una prueba irrefutable de que, con la voluntad y la estrategia correctas, los cambios sí pueden realizarse, ser acogidos y perdurar en el tiempo. Sin embargo, parece que en muchos casos se carece de esa voluntad, como se evidenció en la siguiente parada del camino.
“Reconstruyendo Mi Vida” fue el nombre que los mismos habitantes de calle le pusieron a la sede del componente Centro Día que está ubicada en el sector de la avenida Oriental con San Juan. Esta abrió sus puertas en mayo del 2020 para saldar la deuda pendiente con la población tras el cierre del Centro Día uno, el cual quedaba en inmediaciones de la Plaza Minorista.
Aunque en sus inicios el lugar se presentó como un “spa para habitantes de calle, donde recibirían alimento, elementos de aseo y podrían ducharse; hoy ya no se reparte ningún refrigerio y las instalaciones comienzan a pedir a gritos un mejoramiento. Hasta allí llegaron los directivos de las organizaciones que participaron del recorrido, y pudieron ver el trato que reciben estas personas por parte la Secretaría de Inclusión Social.
“Vemos que hay un personal muy capacitado para la atención de los habitantes de calle, pero también con unas condiciones muy precarias para esa atención. Es un espacio que no es el indicado y que le falta adecuación, que le falta mantenimiento, pero que realmente cuando uno habla con los habitantes de calle se da cuenta del agradecimiento de estas personas por la atención”, dijo Jorge Mario Puerta, director ejecutivo de CORPOCENTRO.
Conclusiones y anuncio de un futuro recorrido
Luego de visitar el Centro Día, el grupo caminó por la avenida Oriental hasta llegar a La Playa. En este corto tramo el deterioro se evidenció a cada paso.
“En la Oriental las zonas verdes están tomadas por el habitante de calle para el consumo de sustancias psicoactivas, preocupa el tema de la no presencia institucional, no hemos visto ni un solo policía y solamente dos funcionarios de espacio público en las últimas seis cuadras”, expresó Daniel Manzano en este punto del recorrido.
La ruta continuó descendiendo por la avenida La Playa hacia Plaza Botero, donde el tiempo puso fin a la exploración del territorio. Allí los directivos hicieron una última pausa para poner en común sus ideas y conclusiones.
“Terminamos este primer recorrido por el centro de Medellín con muchísima preocupación, porque realmente el tema de habitante de calle desborda la capacidad y la voluntad política que se tiene por parte de la administración para darle frente y hacerse cargo de un tema tan complejo que requiere de una intervención transversal y que involucre diferentes actores”, apuntó María José Bernal.
Por su parte, Jorge Mario Puerta concluyó, “Vemos también al hacer el recorrido un desorden impresionante en el espacio público y es este el que está llevando a que el centro sea inseguro, a que los habitantes de calle lo aprovechen para con- seguir recursos para el consumo de sustancias. El panorama realmente es muy preocupante y requiere intervención urgente de parte de la administración municipal”.
Las organizaciones presentes en esta actividad acordaron realizar un segundo recorrido por los sectores críticos que no lograron abarcar, como La Paz y Barrio Triste, para así recopilar en un documento todos los hallazgos y retos que debe asumir la nueva administración si quiere mejorar la situación de este territorio.
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