Según el Sistema de Alertas Tempranas de Medellín, SIATA, la quema de pólvora afecta la calidad del aire en un porcentaje que puede superar hasta el 48% los valores normales para tiempos de exposición de 24 horas.
Los componentes que se usan para fabricar el material pirotécnico, entre ellos el carbón, el nitrato de potasio, el bario y el fósforo blanco, contaminan el aire, el agua y los suelos, afectan el organismo humano, principalmente el hígado. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, esta problemática puede originar en personas o pacientes vulnerables (personas con problemas respiratorios, cardiopatías o enfermedades de base) fallas hepáticas, neurológicas, alteraciones del potasio y alteraciones en el transporte del oxígeno en la sangre.
El material que contamina producto de la pólvora permanece en la atmósfera durante 12 horas y, en época decembrina, cuando aumenta la quema de este explosivo, puede quedarse en el aire hasta 60 horas, lo que afecta la salud de la población.
“Para darle a la pólvora los colores que tiene se requiere una serie de minerales, estos al estallar generan una serie de partículas que entran en contacto con el oxígeno y generan óxidos y dióxidos que pasarán a apoyar en general la contaminación del aire del Valle de Aburrá”, explica Javier Nicolás Bernal, Ecológo del Jardín Botánico de Medellín.
Es fundamental entender que además se generan partículas contaminantes PM 2.5 que, por su tamaño, entran con facilidad a nuestro organismo y pueden incluso alojarse en el torrente sanguíneo.
En una ciudad como Medellín, donde la polución es una constante que interfiere con la salud de miles de personas diariamente, prácticas como la quema de pólvora, que entran a empeorar directamente estas condiciones, no deberían tener cabida y sus mismos ciudadanos tendrían que ser los responsables de ponerle un alto.
Le puede interesar: Así puede cuidar a su mascota de la pólvora en la alborada y temporada decembrina
#ElFuegoNoEsUnJuego
Para conocer más información conéctate con el Podcast “Efectos Ambientales del Uso de la Pólvora”, AQUÍ