Por: Héctor Muñoz
La presencia de habitantes de calle durmiendo en el centro de Medellín no es una novedad, sin embargo, últimamente la situación ha empeorado. Ahora se observa sin importar si son las 10:00 a.m. o las 3:00 p.m. cómo estos se quedan durmiendo en sus cambuches a las afueras de locales comerciales incomodando a los transeúntes, a los trabajadores y a los dueños de los establecimientos.
Más que todo se está presentando este problema en Maracaibo y en Sucre, generando una impresión de inseguridad y desaseo. No hay suficiente presencia de Espacio Público o Inclusión Social en la zona y la situación ya se salió de las manos. Soy doliente del centro y considero urgente la intervención de agentes reguladores.
No solo eso, no entiendo por que estos llamados habitantes de calle se empecinan en acabar con la poca infraestructura del centro es como vemos en los nuevos paraderos la ausencia total de recipientes para basura, las tapas de contadores de agua también son presa de estos personajes, las rejas divisorias que impiden el cruce de peatones, los aislamientos acústicos de los puentes, las tapas de alcantarillado cuando son metálicas, las bancas, las tapasoles de los semáforos, toda parte metálica que se puedan hurtar de los carros, alambres de cobre sin importar si son de teléfonos o energía, los contadores de agua de las casas etc ; y nunca se ha visto a un solo reducidor de los que les compran judicializado, parece que también a Luis Bernardo Vélez le quedó grande esta situación