Por: María Alejandra Aristizábal.
Cada vez más, las mascotas son vistas como miembros de la familia, y esto nos lleva a querer llevarlas a todas partes. En muchos casos, esto incluye centros comerciales, restaurantes y otros lugares a los que solemos ir en nuestros tiempos de ocio, especialmente los fines de semana.
Hoy en día, es común ver en los centros comerciales familias paseando con sus perros. Algunos los llevan en cochecitos, otros con correa y, en ocasiones, incluso sueltos. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar si realmente estos lugares son adecuados para ellos. ¿Es placentero para el perro estar en un sitio tan concurrido? ¿O es posible que estas experiencias les generen estrés y malestar?
Lo cierto es que no existe una única respuesta a esta pregunta, ya que depende en gran medida de la personalidad del perro y de cómo ha sido socializado desde pequeño. Por ejemplo, un perro que desde cachorro ha estado expuesto a entornos con muchas personas, que no se molesta con las caricias de desconocidos y que es indiferente al ruido, probablemente se sienta cómodo en un centro comercial. En estos casos, el perro puede caminar tranquilamente al lado de su dueño, sin mostrar señales de incomodidad o ansiedad. Pero no todos los perros tienen la misma experiencia.
Para algunos perros, estar en lugares llenos de gente puede ser abrumador y provocarles estrés. Esto puede manifestarse en su lenguaje corporal: pueden tener las orejas siempre alerta, buscar alejarse de las personas cuando intentan acariciarlos, jadear o hacer movimientos de lamer sin motivo aparente, todos signos de que no están disfrutando del ambiente. En estos casos, llevar a la mascota a un lugar concurrido puede terminar siendo una experiencia negativa tanto para ellos como para sus dueños.
Es aquí cuando los tutores deben estar atentos y evaluar el comportamiento de sus perros en estos ambientes. Si observan signos de incomodidad o estrés, lo más recomendable es dejar al perro en casa en futuras salidas a lugares concurridos como centros comerciales.
Si el objetivo es que nuestra mascota nos acompañe a todas partes, es fundamental aprovechar los primeros meses de vida del perro. Hasta los 4 meses, los cachorros atraviesan el “periodo de socialización”, una etapa clave para su desarrollo. Durante este tiempo, están muy atentos a su entorno y es menos probable que sientan miedo. Este es el momento ideal para exponer al perro a diferentes situaciones, como el ruido y la interacción con muchas personas, de manera controlada y positiva.
En este sentido, es importante que las primeras experiencias sean agradables para el perro. Por ejemplo, si queremos que se sienta cómodo en los centros comerciales, podemos asociar el viaje en carro con estímulos positivos, como caricias o snacks. Al llegar al centro comercial, se puede continuar reforzando estas experiencias positivas, de manera que el perro asocie los lugares con momentos agradables. De esta forma, a medida que crece, disfrutará de las salidas sin estrés ni incomodidad.
Es fundamental tener en cuenta que cada perro es único, y aunque el periodo de socialización es una etapa importante, la genética y el temperamento de cada individuo también influyen en su comportamiento. Por eso, no todos los perros reaccionarán de la misma manera ante las mismas experiencias.
Además, es recomendable seguir siempre las indicaciones de un veterinario. Ellos podrán orientarnos sobre cuándo es seguro sacar al cachorro de casa, teniendo en cuenta su esquema de vacunación y otros aspectos sanitarios.
Entonces, antes de llevar a nuestras mascotas a todas partes, es crucial recordar que lo que consideramos placentero para nosotros no siempre lo es para ellos. Por eso, debemos observar su comportamiento y estar atentos a los signos que nos indiquen que algo no está bien. Al hacerlo, podremos evitarles experiencias desagradables y asegurarnos de que disfruten plenamente de las actividades que compartimos con ellos.
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