Sin magia, pero con mucho del instinto de negociante paisa, los comerciantes del centro de Medellín lograron frenar el fenómeno económico más temido por los bolsillos de los clientes.
Al final de 2022 corrieron ríos de tinta en los periódicos y se escucharon alertas de todo tipo, unas más pesimistas que otras, muchas de ellas demasiado técnicas y otras inentendibles. Lo cierto es que para el comprador desprevenido, el término “inflación” solo podía significar menos plata en el bolsillo y enfrentar los pedidos de Papá Noel y la lista escolar con cierto desconsuelo, hasta con temor. “La plata no va a alcanzar”, dijeron muchos, que no obstante, se llevaron una grata sorpresa en el centro de Medellín.
¿Un milagro de Navidad? ¿Los colegios pidieron menos este año? No. La respuesta es más terrenal y más lógica que esperar una lista escolar corta. Los comerciantes del centro, que no son ingenuos ni novatos en temporadas de fin de año, vieron como la inflación, ese fenómeno que pocos entienden tan bien como ellos, iba creciendo como espuma en un mercado que inevitablemente se iba a ver afectado y con ese instinto que les caracteriza se anticiparon. La fórmula: prevención, anticipación y llenar las bodegas con inventario.
“Un porcentaje de comerciantes del sector de El Hueco no se han visto afectados con la inflación, debido a que el 60% son mayoristas, esto les exige tener mercancía anticipada para atender las temporadas del año”, dice Dúber Ledesma, director de Centro Unido.
“Esto quiere decir que no siempre que llegue una crisis económica al país se vayan a ver afectados los precios, ni los empresarios, ni el consumidor final. Dentro de la cadena productiva no hay alza debido a que el producto ya estaba. Con seis meses de anticipación tienen los productos en las bodegas y no afectaron al consumidor final”, explica el líder de un sector de los comerciantes.
Los empresarios de “El Hueco” saben manejar las contingencias. No los detuvo ni una pandemia, mucho menos la inflación. Sin embargo, a algunos pocos, especialmente los vendedores minoristas la afectación ha llegado pero en baja medida, los compradores han bajado la cantidad de productos que llevan, especialmente en temas de bisutería y accesorios.
“Enero comenzó con pocas compras de cositas de adorno, las ventas este mes bajaron 30%, esperemos que todo se estabilice en marzo” dice María Herrera vendedora del centro de Medellín.
Lo cierto es que para los mayoristas funcionó, no es una práctica nueva, pero si, muy efectiva. Con seis meses de anticipación, la mayoría de los comerciantes más importantes del centro, se cargaron de mercancías listas para salir a las vitrinas en el final del año, con precios no solo competitivos, sino generosos a los clientes, a los que valga decirlo, contradiciendo a los expertos, si les alcanzó la plata, haciendo un ingenioso quite a ese “monstruo” de la inflación que llegó a 13.12% en 2022, la más alta en 21 años.
Explicando el “Coco” de la Inflación
Para entender la inflación no hay que ser un economista con doctorado. Tampoco hay que temerle.
“La inflación tiene un componente de oferta y uno de demanda. Tuvimos disrupciones en la cadena de suministros, una temporada de lluvias muy prolongada, y estamos teniendo que hacer una corrección postergada en los precios de los combustibles. Por otro lado, tuvimos pos-pandemia un impulso monetario y fiscal fuerte, que contribuyó a expandir fuertemente la demanda interna”, Explica César Tamayo, Decano de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno de EAFIT.
El fenómeno que responde a contextos internacionales, el alto precio del dólar y a la recuperación de la economía tiene también algo de especulación según el profesor Mauricio López González, Director del grupo de Macroeconomía Aplicada de la Universidad de Antioquia, “uno no encuentra en ocasiones fundamento para subir algunos precios de esa forma, lo cual lo lleva a uno a pensar que hay empresas que se pudieran estar aprovechando”.
Las razones, explican los académicos van más allá de la incidencia del Gobierno en los precios al consumidor. No obstante, las expectativas de lo que ocurra en este 2023, si están ligadas a las estrategias económicas en los altos cargos.
“El actual gobierno no tiene mayor incidencia sobre la inflación actual, pero si sobre las expectativas de futura inflación. El actual gobierno no tiene mayor incidencia sobre la inflación actual, pero si sobre las expectativas de futura inflación”, puntualiza Tamayo.
A lo que agrega López González que lo que si será una realidad en el corto plazo será una afectación al comercio local, esto porque con la inflación los hogares se ajustan en una denominada “recomposición del consumo del gasto de las familias que tiende a afectar los comercios” señala el Director que expresa además “si la carne está muy cara, los consumidores van a comprar pollo y si también está alto este precio habrá que consumir más granos. Algún sector se va a ver afectado”.
Lo cierto es que los inventarios se agotan, los precios cambian y por más precavidos y astutos que sean los comerciantes de nuestro querido centro de Medellín, en algún momento el golpe de la inflación llegará, discretamente, a paso silencioso y sutil, al cliente, que al final sentirá en su bolsillo la mordida. No obstante, los comerciantes siempre han tenido un optimismo reconocido para enfrentar a ese “monstruo” que asusta, pero que nunca ha vencido su ingenio y que se preparan desde ya para darle gusto al Papá Noel al final del año y a los colegios más exigentes del próximo.
También puede interesarle: ¿Invertir o ahorrar? Siga estos consejos para tomar una buena decisión
