Una de las mejores formas de alcanzar las metas y lograr un patrimonio, es a través del ahorro. No importa si el salario es alto o bajo, todos podemos hacer un plan de ahorro, así sea de poco dinero. Lo importante es tener disciplina, ser constante, muy ordenado en los gastos y tener claro para qué se utilizará el ahorro.
El primer paso es hacer un presupuesto mensual. Tener como base los ingresos y los gastos imprescindibles como comida, transporte, arriendo, servicios públicos, entre otros.
Si definitivamente los ingresos son superiores a los gastos, es importante destinar una parte de esos ingresos al ahorro. Puede ser un 10% o más si la capacidad económica lo permite. Ese dinero no se debe mantener en la cuenta de ahorros sino llevarlo a un fondo de inversión como una Fiducuenta o un CDT, para evitar retirarlo ante el primer antojo que se tenga.
¿Por qué es importante ahorrar?
Ahorrar es un respaldo para el futuro. Es prepararse para los momentos inesperados de la vida, aquellos que no creemos que nos pueden suceder pero que en algún momento llegan y nos desestabilizan económica y emocionalmente.
Igualmente, ahorrar es una ventana a un mejor futuro, es el primer paso para cumplir los sueños, ya sea para conocer un lugar que se ha soñado por muchos años, hacer dotación para la casa o, por qué no, invertir en una propiedad para el resto de la vida.
Revise los “gastos hormiga”
Esos gastos pequeños que a veces pasan desapercibidos, son los que se denominan “gastos hormiga”. Por ejemplo las suscripciones a plataformas musicales o de video, que en un mes no suman mucho dinero, pero que cuando se multiplican por todo el año, terminan siendo de hasta medio millón de pesos, pueden revisarse.
También esos pagos que se hacen en efectivo de pequeñas cosas innecesarias, empiezan a sumar grandes valores a lo largo del mes.
Los “gastos hormiga” son quizás aquellos que más impiden emprender una acción de ahorro.
Las cesantías ¿cuándo usarlas?
Las cesantías se crearon como un ahorro para el tiempo en el que la persona se queda sin empleo. Pueden ser utilizadas además para compra o remodelación de vivienda y también para el pago de estudio.
No conviene hacer la “trampa” e inventarse supuestas remodelaciones de la casa solo para usar ese dinero en compra de bienes materiales o para darse gustos innecesarios.
Las cesantías bien usadas, es decir, guardadas por un periodo importante de tiempo, pueden constituir la cuota de inicial para la compra de un apartamento o casa, y así avanzar en la constitución de un patrimonio familiar.
Y si es de esas personas a las que le gustan las ofertas, tenga mucho cuidado. Aprovecharlas puede ser una cualidad, pero también una tentación que puede llevar al traste su intención de ahorrar. Cuando asista a promociones, piense primero si el artículo es de primera necesidad o es un gusto que puede esperar. Analice si la compra es prioridad y está incluida en su plan de ahorro.
Con el ambiente actual de incertidumbre, lo mejor es prepararse para las “vacas flacas” y ahorrar parte del dinero ganado con el salario o en el negocio propio. No despilfarre todo lo que obtiene de sus ventas y su trabajo.