Por Alexander Barajas Maldonado
Medellín es la segunda ciudad del país con mayor población afrodescendiente, con cerca de 230 mil personas que se reconocen como tales; cifra superada solo por Cali y que nos ubica por encima de la propia capital chocoana. Así lo registró un estudio de 2010 hecho por la Alcaldía, el cual también arrojó que La Candelaria acoge el mayor número de sus miembros por comuna (25.375).
Ahí están incluidos profesores, abogados, ingenieros, médicos, periodistas, estudiantes, artistas, comerciantes formales e informales, de todo, dependiendo del origen, de la educación, del estrato social. “Ni todos somos chocoanos ni a todos nos gusta el reguetón ni mantenernos en el parque San Antonio”, dice con una carcajada Beatriz Quesada, directora ejecutiva de la Asociación Intercultural Colombia Diversa (Aicold), con sede en el edificio La Ceiba, al lado del Coltejer.
Esta entidad, con apoyo gubernamental y de otras 15 organizaciones afro, preparó con esmero la versión 19 de San Pacho en Medellín, reconocido como evento de ciudad mediante el Acuerdo 30 de 2011 (aunque la primera vez que se realizó fue en 1997 y desde entonces no ha parado). Formalmente, se llama Encuentro de la Identidad y de la Diversidad Cultural, pero la referencia al santo es tan inevitable como poderosa.
“En realidad, San Pacho o San Pachito es el desfile de disfraces, danzas y tambores que hacemos por El Palo y San Juan hasta el parque de Las Luces; es lo más visible y tal vez lo único que guarda algún parecido con las fiestas de San Francisco de Asís (San Pacho), las patronales de Quibdó, que son más de tres semanas de rumba que no le dejan nada al pueblo, sino el guayabo”, afirma Quesada, esforzándose por desmarcarse del certamen chocoano declarado en 2012 como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco.
Y lo hace por dos razones: primera, porque la celebración en Medellín siempre ha trascendido el componente lúdico (sin negarlo), con una programación académica, de fomento del emprendimiento y de la diversidad cultural, pues vienen delegaciones afro y mestizas de todas las regiones antioqueñas y de otras partes del país. La segunda razón es más prosaica y menos grata: los organizadores de la gran fiesta chocoana, a raíz de la declaratoria de evento de ciudad para San Pachito, insisten en cobrar unos supuestos derechos de marca a Aicold (Asociación Intercultural Colombia Diversa) y a la Alcaldía.
“Nos han dicho que hasta para rezarle a San Francisco hay que pedirles permiso a ellos”, vuelve a reírse Beatriz Quesada, quien también es docente de la I.E. José Celestino Mutis en el barrio Villa Hermosa. “Seguiremos como San Pacho en Medellín, con nuestro San Pachito, porque es el santo de la diversidad, del medio ambiente, de la inclusión, todos valores que venimos promoviendo desde hace 19 años y ese derecho no nos lo quita nadie”. Tampoco la alegría y el entusiasmo para sacar adelante los cinco eventos que componen la programación de este año y que irán desde el 4 hasta el 19 de octubre. Todos estamos invitados.
La programación
El 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, a las 4 de la tarde habrá Misa Franciscana en la iglesia de San Antonio, parroquia regentada por padres franciscanos. Al día siguiente se realizará el XI Foro Ambiental ‘Territorio, Naturaleza y Cultura’, con ponencias preparadas por estudiantes de bachillerato, en sede por confirmar. El 12 de octubre será el Taller de Emprendimiento Cultural y Gastronómico, en el Centro de Integración Afrodescendiente, ubicado en el barrio Prado (Cra. 50 D No. 62-95) y allí también se cerrará el certamen el día 19 con una proyección de documentales étnicos.