Luego de que esta enfermedad aparece es incurable y puede deteriorar la calidad de vida. Aprenda cómo evitarla.
Por Victor Vargas
A Beatriz Henao su médico le dijo hace 27 años: “¿Quiere vivir mucho o quiere vivir poco?”. La frase le sonó extrema, pero hoy, después de tanto tiempo, comprende el motivo de esta sentencia: la diabetes es una enfermedad que mata a cerca de dos millones de personas por año en el mundo.
“La noticia de que era diabética fue impactante, pero gracias a esa frase que hoy a mis 72 años me parece tan sabia, pude salvar mi vida, convivir con la enfermedad y seguir viviendo bien”, dice.
Tenga presente que el máximo de calorías en forma de azúcares que usted debería consumir, es el 10% del total de su ingesta calórica del día.
Definida por el Atlas de 2017 de la Federación Internacional de Diabetes como “diabetes mellitus”, esta enfermedad conocida simplemente como diabetes “es una afección crónica que se presenta cuando se dan niveles elevados de glucosa en sangre porque el organismo deja de producir o no produce suficiente cantidad de la hormona insulina, o no logra utilizarla de modo eficaz”. En Suramérica y el Caribe la padecen más de 26 millones de personas (aumento del 62% comparado con el Atlas 2015) y en el mundo un total de 425 millones.
Hay tres tipos de Diabetes: la uno (I) de origen genético, es decir que ya viene en algunas personas en una condición natural y aunque puede “debutar” a cualquier edad, se manifiesta desde la niñez.
La diabetes Tipo II, “que es la que aparece en el adulto o en el adolescente tardío y viene de ciertos hábitos de alimentación inadecuados”, explica Caterine Henao, Nutricionista – Dietista, magister en Nutrición Infantil y docente de la Facultad de las Ciencias de la Nutrición y los Alimentos de la Universidad CES.
Agrega que hay un tercer tipo de diabetes y es la gestacional, la que desarrollan muchas mujeres durante el embarazo y que normalmente desaparece una vez la mujer regresa a su condición metabólica normal.
¿Cómo se puede llegar a tener diabetes Tipo II?
La nutricionista Henao explicó a CENTRÓPOLIS que esta se basa en los hábitos de vida y de alimentación y que existen tres grandes consejos para evitarla.
“Si hablamos sobre cómo prevenir la diabetes, lo primero y más importante es tener un peso adecuado. Las personas que tienen obesidad o exceso de peso tienen un factor de riesgo para desarrollar la diabetes” asegura.
En este sentido, para un adulto promedio, lo ideal es tener un Índice de Masa Corporal (IMC) normal que indica es de 20 a 24.9%, pues cuando se llega a 25% es sobrepeso y si es mayor al 30% es obesidad.
En Colombia entre un 7 y un 9 % de la población adulta tiene diabetes tipo 2.
El segundo cuidado obedece a los hábitos alimenticios, concretamente a la ingesta de azúcares y dulces. La académica señaló que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el máximo de calorías en forma de azúcares (miel, panela, fructosa) que puede consumirse es del 10% de la ingesta total calórica del día.
La nutricionista Henao explicó que ese 10%, puede ser llenado muy fácilmente y las personas no se dan cuenta porque consumen alimentos que no les parecen directamente azúcares.
Un ejemplo de ello son los cereales, algunos helados, yogures, y claro está, las gaseosas. Advirtió la experta que, aunque muchos alimentos se vendan bajo la etiqueta ‘sin azúcar’, contienen fructosa, un endulzante con base de calorías.
La profesional señaló que, desde su punto de vista, no se trata de no consumir azúcares sino, de no superar ese 10% diario que puede empezar a ponerlo en riesgo.
El tercer consejo es combatir el sedentarismo, “las personas deberían tener al menos entre 120 y 150 minutos semanales de actividad física específica, es decir que en este tiempo no cuentan las actividades diarias como caminar al trabajo o la universidad o las actividades dentro del hogar “concluye.
De hecho, como ocurre con la señora Beatriz Henao, si se tiene diabetes, pero se mantiene un adecuado manejo de los hábitos alimentarios, la calidad de vida puede mantenerse bien.
“En el mundo uno de cada dos diabéticos no han sido diagnosticado”.
Esté atento a estos síntomas
- Sed anormal y boca seca.
- Orina frecuente y abundante.
- Falta de energía, fatiga.
- Hormigueo o entumecimiento de manos y pies.
- Infecciones fúngicas recurrentes en la piel.
- Lentitud en la curación de heridas.
- Visión borrosa.